Hola, soy el hada forestal monstruosa, sí, tengo conciencia, ¿os lo esperabais? Bueno, llegados a esto me figuro que me pediréis mi punto de vista de todo lo sucedido y por qué le cogí cariño a Itami, o por lo menos he deducido que es él.
¿Que cómo sé que él es un reencarnado? Fácil, yo también lo soy, por lo que tendré que contaros lo que pasó desde mi punto de vista ese día en el que reencarnamos, pero me figuro que para que no me odiéis tendré que contar desde mucho antes.
¿Que por qué me ibais a odiar? Pues veréis, mi nombre antes de reencarnar era Ichiyora.
Si llegados a este punto no habéis dejado de leer escupiendo insultos hacia mi os felicito, os voy a explicar por qué hice lo que hice.
¿Sabéis la historia tan cliché en la que un chico y una chica se conocen de pequeños y se hacen muy amigos pero el chico confunde a la chica con un chico usada en varios animes románticos? Pues en mi caso lo mismo pero a la inversa.
Itami y yo nos conocimos en los últimos años de primaria, cuando mi voz no había cambiado, ambos teníamos los mismos gustos y no tardamos en llevarnos bien, y como no estábamos en la misma clase y yo apenas me relacionaba con mis compañeros Itami nunca supo mi nombre real, y como mi pelo era algo largo me confundió con una chica.
¿Por qué no le dije que era un chico? Pues por un simple motivo, el me gustaba, pero él si era hetero, más tarde, en los primeros dos años de secundaria fuimos a institutos distintos, manteníamos el contacto a través de los videojuegos online a los que jugábamos, yo empecé a usar un modulador de voz a medida que me cambiaba la voz.
En el instituto al que iba conocí a Tsubame, ¿y quién es esta? Quien ocupaba el título de presidenta del consejo estudiantil, y por cierto, es mi prometida.
Ahora me toca aclarar esto, veréis, el instituto al que asistíamos antes de reencarnar era una academia privada de alto prestigio a la que tan solo tenían acceso familias acomodadas, con una buena situación financiera. Entre estas familias estaba la mía y la de la presidenta, y decidieron en nuestro lugar que estaría bien que nos casásemos, por lo que sí, es un matrimonio contra nuestra voluntad, o por lo menos contra la mía.
¿Cómo que solo contra tu voluntad? Pues veréis, Tsubame es una psicópata yandere manipuladora, y sí, ella sí está enamorada de mí, o eso dice ella, en lo que a mí respecta es más una obsesión nada sana.
Llegados a este punto me figuro que habréis empezado a unir los puntos, así que os seguiré contando para que podáis comprobar si habéis acertado.
Itami y su hermana se trasladaron a nuestro insti, provocando en mi un sentimiento contradictorio de emoción y miedo, emoción porque es mi mejor amigo (aunque él no lo supiese) y el chico que me gusta, miedo por la misma causa.
Las primeras dos semanas fueron más o menos tranquilas, luego todo se jodió.
Como ya os he mencionado Tsubame, la presidenta del consejo estudiantil, es una yandere psicópata manipuladora, por si no ha quedado claro, ¿Que qué pasó? Que se enteró de que Itami me gustaba.
Repartió un rumor falso por el instituto, que Itami había intentado abusar sexualmente de ella, Itami curiosamente nunca se enteró de esto por lo que tampoco tuvo oportunidad de defenderse, y aún si la hubiese tenido sería su palabra contra aquella que ocupaba el puesto nº 1 en el ranking de popularidad general, en resumen, un caso perdido.
Sería cuestión de tiempo que se le echasen al cuello a Itami.
Esa perra me dio dos opciones: O dejar que todos le hiciesen la vida imposible, o que yo liderase a los matones que seguramente se formarían y controlase el nivel de violencia que estos ejerciesen. Elegí la segunda.
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The invencible Rex
FantasíaItami, un otaku quien tiene que lidiar en su vida con continuas palizas de sus compañeros y a los ojos de sus propios padres parece no existir, obtiene una nueva oportunidad después de que un misterioso evento le hiciese reencarnar como un huevo en...