Goblin morado enemigo random.
Es de noche. Ya ha terminado el día. Un día en el que casi morimos todos. Todo comenzó por la mañana, cuando los jefes organizaron un ataque contra los traidores. Salió mal.
Nos reunimos temprano y atacamos poco después del amanecer a sus bases principales. Entonces empezaron los gritos.
Trampas por todos lados y de distinta categoría, todas colocadas con precisión. Muchas de ellas no eran letales, solo incapacitaban, pero cuando alguien se acercaba a ayudar se activaban las trampas mortales, llevándose a cuantos fuesen a ayudar.
Solo por esto empezamos a considerar retirarnos, pero nuestros líderes insistieron en seguir atacando.
Cuando ya empezábamos a acostumbrarnos a las trampas e incluso a conseguir evitarlas, aparecieron ellos.
Como poseídos por demonios, muchos goblins y otras criaturas similares a las nuestras aparecieron, incluso humanos y otros seres humanoides, todos ellos con ojos inyectados en sangre, algunos incluso echaban espumarajos por la boca.
Pero el verdadero infierno se desató cuando atacaron. Peleaban como animales salvajes, pero a la vez peleaban como unidades de combate coordinadas.
Antes de que nos dieran la orden de retirarnos, nuestros principales líderes de primera línea fueron brutalmente asesinados por ogros enemigos, uno de ellos, armado con dos alabardas, se llevó por delante a cuatro ogros sin problema entre elegantes movimientos.
Entones empezamos a correr en desbandada hacia nuestras bases.
Pese a las cientos de trampas, nadie parecía con ganas de enfrentar a los demonios de frente. Todos teníamos muy claros de que habría que haber traído a el grueso de nuestra fuerza en lugar de solo superarlos en 5:1. Si hubiésemos usado a todas nuestras fuerzas los hubiésemos superado e 40:1.
Durante la retirada empezaron a caer muchos otros. De pronto aparecía una sombra negra que entre rugidos despedazaba a todo el que se encontraba. Pude verlo un momento, en el que frenó para esquivar un golpe, saltó y asesinó a un ogro. Era un enorme tigre negro.
Corrí, corrí y corrí, como tantos otros, hasta que llegué a la base más cercana, sin mirar atrás.
Desde que llegamos, hemos estado curándonos las heridas. No hay casi nadie intacto. La moral está por los suelos.
Y aun con todo esto, los imbéciles de nuestros líderes planean volver a atacar mañana. Esta vez van a usar toda nuestra fuerza, pero... tengo mis dudas. Encima he escuchado que ellos no han usado toda su fuerza, y que son aliados de un enorme monstruo rojo tan fuerte como un dragón.
Siendo honestos, no les importamos una mierda. Ellos tienen su salvaguarda con los que les subvencionan, pero la única posibilidad de los goblins de a pie es hacerse lo suficientemente fuertes como para adquirir un poco de responsabilidad e importancia.
Definitivamente estábamos mejor con el antiguo líder, estoy seguro de ello, aun incluso sin haber nacido en esa generación. Si tan solo la anterior generación de goblins morados no se hubiese dejado engañar por las promesas sobre la raza superior del actual líder... Pero me temo que ya no hay vuelta atrás, pagaremos el precio de la traición de otros.
*Toc Toc* -Alguien llama al portón gigante de madera.
Todos los presentes en el exterior nos encontramos un tanto confusos, pero uno de nuestros líderes, un Oni, toma la iniciativa y va a abrir la puerta.
-¡Holiwis! ¡Vengo a haceros mierda!
Y el ogro voló de una patada de quien acababa de hablar. Quien apareció tras la puerta era una chica.
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The invencible Rex
FantasyItami, un otaku quien tiene que lidiar en su vida con continuas palizas de sus compañeros y a los ojos de sus propios padres parece no existir, obtiene una nueva oportunidad después de que un misterioso evento le hiciese reencarnar como un huevo en...