Silvalas
Otra vez en mi asiento.
Para evitar cuantas miradas como pueda suelo ir a clases tan pronto como puedo, así no tengo que cruzarme con todos esos indeseables.
Odio la política. No creo que a nadie le guste de verdad, pero yo en lo personal la odio más que la mayoría. ¿El motivo? Bueno, hay varios, pero todo se debe siempre a lo mismo, ser una princesa elfa.
Esto condiciona permanentemente todo lo que hago o digo, todo el mundo está constantemente atendiendo a todo lo que hago, y a nadie le gusta casi nada de lo que hago. Unos me odian por representar el espectro político a favor de los elfos, y otros me odian por no representarlo bien o simplemente equivocarme. Si todo esto se limitase solamente a la política, a la gente que está metida en ello... pero no, en mi caso eso se aplica a todo el mundo.
Casi toda persona con la que me junto lo hace por motivos políticos, y si no lo hace, se interpreta como tal. Para rematar, soy la tercera hija. Mi hermana mayor tendrá que dirigir el país cuando mi padre se retire, me segunda hermana mayor es compañera del héroe, y como tal su camino estará ligado a ayudarle y apoyarle, yo sin embargo no tengo un camino que seguir.
Con eso en mente se puede creer que a causa de ello soy la que más libertad tiene... pero no. Mis hermanas, aunque limitadas por sus campos, tienen cierta libertad e influencia, a mí, sin embargo, al no tener un camino decidido del todo, se me limita en todo.
Podemos ponerlo así: Si mis hermanas y yo fuésemos pájaros, ellas tendrían una dirección en la que volar, mientras que yo no podría volar en ninguna dirección. Yo sería un pájaro enjaulado.
Si combinamos esto con que en el instituto mágico no tengo nada que hacer, tenemos la conclusión obvia, tarde o temprano explotaría y me escaparía.
Las cosas no fueron tan bien como esperé, pero eso ya lo sabéis. Sin embargo, el tiempo que estuve con los goblins, con Shiro, las chicas y con Rex... no importaba la política, nadie miraba lo que hacía, casi se sentía como si pudiese definir mi camino... luego llegó la realidad a golpearme en la cara... Hmm, me pregunto que estarán haciendo todos ellos...
-¡Hola follagoblins!
Oh no. Ya empezamos. El resto de alumnos acababa de empezar a llegar, y, como no, tenía que estar él. Ouki, un noblezucho secundario de Darania, o lo que es lo mismo, un grano en el culo.
No todos los hijos nobles de Darania son así de molestos ni tienen la bocaza tan grande, pero él sirve de manifiesto a sus compañeros, que no se ensucian las manos pero si asienten.
Si tomo acciones contra él, se considerará abuso de poder por estar él en una posición muy por debajo de la mía, pero si no tomo medidas, se verá como una muestra de debilidad. Sí, es una reverenda mierda. Así que como mucho puedo insultarle, pero debe ser un insulto que le duela, o si no también se verá como debilidad...
-Oh, vaya, ¿No será que tú también quieres?
Posiblemente no halláis entendido esa referencia, veréis, se rumora que su madre, durante un paseo a caballo, fue asaltada por goblins morados (No hace falta que os diga que hicieron con ella). El caso es que, varios meses después de ser rescatada, tuvo a Ouki. Posiblemente se deba a que ya estaría embarazada, pero ya sabéis la crueldad que se gasta en las altas esferas, y esto no podía pasarse por alto. Por tanto, según el rumor, el podría ser mitad goblin, cosa que lo atormenta desde joven.
Sí, se lo que pensáis, que para lo que me sucedió tengo una mierda de sensibilidad, pero o me trago el orgullo y me endurezco contra estos, o caigo. Y no me puedo permitir lo segundo.
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The invencible Rex
FantasíaItami, un otaku quien tiene que lidiar en su vida con continuas palizas de sus compañeros y a los ojos de sus propios padres parece no existir, obtiene una nueva oportunidad después de que un misterioso evento le hiciese reencarnar como un huevo en...