A la mañana siguiente no me podía mover, no, no es porque mi cuerpo estuviese adolorido ni nada parecido...
-Silvalas, oye, ¿puedes hacerme el favor de levantarte?
Parece ser que mientras estaba dormido Silvalas había llegado a la pradera y había decidido que era yo parecía un peluche o algo parecido a lo cual poder abrazar mientras dormía. El problema es que Silvalas, pese a que realiza de forma eficiente su trabajo y ha demostrado ser muy habilidosa es muy dormilona.
En situación normal no me importaría, pero si después de la regañina a los goblins por no levantarme temprano llego tarde perderé toda mi credibilidad, a mí tampoco me sentaría bien que me lo hiciesen.
Shiro está tratando de ayudarme, sin mucho resultado la verdad... encima ha empezado a teorizar que yo no pongo de mi parte ya que estoy entre los pechos de Silvalas...
Pues... tendremos que hacerlo a la fuerza...
Muevo mi morro de forma que quede mirando hacia arriba, abro mi boca y dejo salir el agua.
Silvalas se levanta sobresaltada y me suelta, llevándose las manos a la cara.
-¡Pero que dem...!
-Por fin conseguimos despertarte.
-¿¡Y era necesario echarme agua a la cara!?
-Sip, los otros métodos no funcionaban, ahora vamos rápido a la cueva de los goblins.
Quince minutos más tarde llegamos a la cueva de los goblins, cuando estábamos cerca pudimos ver a Gotaro, ya con su armadura puesta y con su lanza al hombro ayudando a los otros goblins a ponerse la armadura.
-¡Oh! ¡Rex-sama! ¡Me alegra ver que pudo resolver ese problema y llegar casi a tiempo! –Me dijo Gotaro a la vez que me guiñaba el ojo de forma exagerada.
Me alegra ver que entendió cuando tenía que usar el guiño, no ha sido muy específico con la excusa, pero mejor así, me da más libertad a la hora de inventarme una excusa.
-Sip, ya he resuelto ese problema. –Dije yo siguiéndole el juego, menos mal que Gotaro es bastante avispado.
-¿Puede explicar cuáles son nuestras ordenes hoy, Rex-sama?
-Por supuesto, hoy vamos a recorrer el circuito con la armadura puesta para que os acostumbréis a moveros con ellas y seáis capaces de usarlas en combate sin cansaros, recorreremos el circuito del otro día de forma intensiva junto con las hormigas. En cuanto a las chicas ellas tendrán entrenamientos de combate entre ellas, combates amistosos para conocerse mejor entre ellas y que sean capaces de colaborar aún mejor, ellas entrenarán aquí y harán turnos de vigilancia.
Entonces me fijé en la chica clérigo, quien se había integrado sorprendentemente rápido.
-Tú también estás invitada al entrenamiento.
Se sobresaltó un poco y asintió.
-¡S-Sí!
-Silvalas, tu misión no ha cambiado, exploración y obtención de información, permanece a salvo y evita el enfrentamiento en la medida de lo posible.
-Cuenta con ello.
-Bien, todo está dicho, ahora en marcha.
Todos empezamos con nuestras respectivas tareas. Al principio fuimos a la velocidad de los goblins y las hormigas, pero tras haber superado la mitad del camino, a nivel bastante lento, ya que muchos goblins se quedaban atascados en zonas en las que normalmente no les pasaba debido a la armadura y tuvimos que pararnos para ayudar y que el pelotón no se separase, dando oportunidad a los goblins de descansar.

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The invencible Rex
FantasyItami, un otaku quien tiene que lidiar en su vida con continuas palizas de sus compañeros y a los ojos de sus propios padres parece no existir, obtiene una nueva oportunidad después de que un misterioso evento le hiciese reencarnar como un huevo en...