The invencible Rex

Otro día normal.

Rex

Pues resulta que ahora soy carpintero. No, no es una broma, solo soy yo reparando la puerta que apisoné al entrar en el campamento. Ahora que hemos tomado este campamento y a sus habitantes, tenemos que hacer recuento de armamento, daños, personal, provisiones... por mi parte he empezado por arreglar todo aquello que rompí sin querer al entrar.

Por ejemplo, ¿Sabíais que casi me tropiezo con una tienda de campaña? Me la llevé por delante, pero eso no quita que casi me hace tropezar. También está la torre que derribé por un coletazo random al aire... cosas que pasan.

Kai y Taros están revisando y conociendo al personal, Iris fue junto con Toru a revisar el almacén de comida y Silvalas fue a reponer flechas para su carcaj y ya de paso revisar el armamento.

-¡¡¡AAAGGHHH...!!! -Gritó alguien.

Miré hacia donde venía el grito, que no era otro lugar que la armería del campamento. Inmediatamente me giré y fui a ver que pasaba.

Nada más llegar pude ver a un ogro hecho una bolita en el suelo mientras gritaba con sus manos en la cara. El motivo parecía ser que ''ALGUIEN'' le había clavado una flecha en cada ojo, y ese ''ALGUIEN'' ahora tenía el arco tensado con una flecha preparada, a menos de un metro de la cabeza del ogro.

En cuanto aparecí, se giró para mirarme, luego miró a su presa, y tras unos tensos segundos destensó el arco con un suspiro.

-Intentó ligar conmigo, así que le dije amablemente que no -Dijo Silvalas tranquilamente.

Nota mental, no pedirle a Silvalas que haga algo ''amablemente'' a no ser que quiera que lo deje moribundo.

Silvalas miró a todos los que ahora miraban la escena conmocionados con frialdad. Seguidamente cogió las flechas recién clavadas en los ojos del ogro y las sacó de forma no precisamente delicada. Después, aun con las flecha en la mano, habló a los presentes:

-Al próximo que intente ligar conmigo, le meto una flecha por el culo -Dijo la elfa, amenazando a los presentes y provocando incomodidad y miedo a todos los que la estaban mirando.

Oh, si, se me olvidó comentaros este pequeño asunto... ¿Os acordáis de cuando os dije que todos estaban de acuerdo? Digamos que en ese ''Todos'' no incluí el hecho de que Silvalas había votado por quemarlos vivos a todos, y que pasamos toda la tarde intentando convencerla. Finalmente accedió pero... digamos que seguía sin gustarle la idea.

Silvalas bajo la flecha al verme, resopló y se fue a otro lado caminando con cara de cabreo. Por ahora voy a dejar que se calme un poco, luego hablaré con ella, ya que hablarle ahora sería inútil.

-¡Maldita sea Toru! ¡Para ya! -Escuché gritar a Iris.

'Y ahora que ha pasado...'

Al acercarme a comprobar, pude ver como Toru se estaba comiendo las reservas de carne mientras Iris trataba de empujarlo sin mucho resultado.

Agarré a Toru con ambas manos y lo levanté sin mucho esfuerzo. Al fin y al cabo para mi no difiere mucho en tamaño de un gato normal.

-Gracias -Dijo Iris sin parecer muy contenta- Ojalá fuese más grande y fuerte... de esa forma no tendría estos problemas.

'Pero entonces no podría meterme contigo'

Iris me miró molesta y me sacó la lengua.

-Tonto.

Le saqué la lengua en respuesta.

A lo lejos pudimos ver a Taros seguido de Garius, Kai y otras dos chicas que siempre estaban escoltando a Garius.