Poli bueno y poli malo.
A la mañana siguiente de hablar con May fui a entrenar a los goblins al igual que los otros días, esta vez fuimos al campo de slimes, lugar donde les hice tener combates de verdad con los slimes y los slimes grandes, de esta forma adquirirían experiencia de combate real.
Algo más lejos pude observar a Silvalas y Shiro, usando magia de aire y agua respectivamente, chocándolas entre ellas a un nivel moderado de potencia, de vez en cuando se les salía un poco de control y acababan heladas y empapadas, ante lo cual no puedo negar que solté alguna risotada, tras la cual me miraron con cara de pocos amigos... tampoco negaré que sentí un poco de miedo al respecto, al fin y al cabo, duermo con ellas...
Durante el descanso Gotaro vino a hablar conmigo.
- ¿Se encuentra bien Rex-sama?
- ¿Eh?... Si, ¿por qué lo preguntas?
- Bueno, durante el entrenamiento lo he notado... abstraído y serio, y eso que los goblins están dando lo mejor de ellos para este entrenamiento. Hasta ellos han notado su estado anímico, provocando que se esforzasen más para complacerle, aunque sin mucho resultado por lo que veo...
Negué con la cabeza.
-No, no es por ellos, ellos están realizando un buen trabajo y aprecio sus intenciones, pero el motivo que tiene en este estado es otro distinto, para ser exactos, uno del tipo que solo hablaría contigo a solas.
La cara de Gotaro se tornó seria, dio un vistazo a su espalda.
- ¡HEY! ¡Garuro! -Tras la llamada de Gotaro se acercó un goblin, al cual había podido identificar como su mano derecha- Necesito que dirijas el entrenamiento hasta que volvamos, no tienes que hacer nada distinto a lo que estábamos haciendo, solo evita que se maten por un descuido.
- ¡Si, señor!
-Bien.
En el momento en el que Gotaro estaba a punto de darse la vuelta le agarré del hombro y le señalé con la cabeza hacia Garuro.
-Adelante.
-Ehh... ¿Señor?
-Ya sabes que hacer, no me hagas hacerlo a mí.
Los ojos e Gotaro brillaron al comprender que es lo que estaba diciéndole, todo esto venía por una conversación sobre rangos y cuando se podía promover a alguien.
- ¡Garuro!
- ¡Señor! -Dijo el colega de Gotaro mientras hacía un saludo militar.
-Quedas ascendido a Cabo desde hoy. Estarás bajo mi mando directo y al mando si yo estoy ausente.
El rostro del otro goblin parecía estar tratando de contener la emoción con un rostro serio. La personalidad de este goblin es muy similar a la de Gotaro, solo que es incluso más directo y poco sutil que Gotaro, no es que sea tonto, solo es excesivamente sincero.
- ¡Señor, si señor!
Terminado esto, Gotaro y yo nos dirigimos adentro del bosque, en una zona cercana a la cueva de los goblins, para hablar tranquilamente.
Tras terminar de hablar la cara de Gotaro estaba más blanca que verde. Con respecto al hecho de que alimenté a May, me confesó que se dio cuenta esa noche y que si no lo hacía yo lo hubiese hecho él mismo, pero una vez llegué a la parte de las goblins su rostro comenzó a ponerse cada vez más pálido.
¿Que qué me contó May? Que al menos tres goblins hembras estaban intercambiando información con los goblins morados. Me contó cómo lo hablaban en alto sin inmutarse cuando no había nadie en la cueva, el cómo se reían de las chicas que habían sido violadas, despotricaban contra mí y Shiro porque resulta que son bastante intolerantes con los seres que entran dentro del grupo de los ''Monstruos'' y que insultaban a las chicas en general, ya que, al parecer, por tradición, en las goblins, cuanto más inaccesibles sean y más mantengan su virginidad mejor. Y luego está el asunto de que tres de ellas llegaron a invitar a pasar a goblins morados, quienes previamente se habían teñido la piel de verde con el jugo de ciertos frutos, para darles información.
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The invencible Rex
FantasiaItami, un otaku quien tiene que lidiar en su vida con continuas palizas de sus compañeros y a los ojos de sus propios padres parece no existir, obtiene una nueva oportunidad después de que un misterioso evento le hiciese reencarnar como un huevo en...