En busca del cristal maldito de las narices.

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-Oye Rex, ¿En qué piensas?

- ¿Ein? ¿A qué viene esa pregunta?

-Tenías una cara muy pensativa.

-Estaba pensando en la historia del caballero negro.

-Si... tiene una historia bastante triste la verdad... -Dijo Iris en un tono serio.

-Ah, no, no me malinterpretes, estaba pensando lo humillante que tiene que ser ser el malo malísimo y llamarte Leroy... pfff... Leroy.... ¡Jajajajaja! -Tras hablar me entró la risa floja- Hay nombres y nombres de malos, si el suyo no es bueno simplemente se lo cambia. Hay nombres que imponen mucho más que Leroy si eres malo, como Voldemort, Darth Vader, Cthulhu... tampoco tienes que ser un experto en la materia vaya... Bueno, quizá se hizo malo tras estar tan resentido con su nombre...

Como veréis soy un tipo muy maduro. Iris me miró con mala cara.

- ¿Cómo puedes ser tan insensible e inmaduro? Además de que alguien con nombre de perro tampoco es el más adecuado para hablar...

- ¡Oye! ¡lo de Rex es porque soy un terópodo, posiblemente grande, que comparte muchas características con un tiranosaurio! En cuanto a ese tipo, si tuviese un nombre de malo de verdad, yo sería el primero en sensibilizarme y todo eso... pero no me lo pedo tomar de esa manera si dices ser el malo malísimo y luego te llamas Leroy... pfff.... -Me volvió a dar la risa floja.

-Para empezar, ni siquiera se llama Leroy, ese no es su nombre completo, segundo, no me parece que debas reírte de eso.

-Oh venga, ¿Dónde está tu sentido del humor? Leroy parece más un nombre para tirarse haciendo una carga suicida que joderá a todos tus compañeros mientras haces una mazmorra del WoW.

-Más bien sentido del tumor dirás, porque eso no tiene gracia...

- ¿Se puede saber que te pasa? Hasta donde yo te conozco tu tienes un sentido del humor similar o incluso peor que el mío.

-No sé a qué te refieres.

De pronto, se me iluminó la bombillita.

-Cambios de humor drásticos, borderline nivel 100... ¿No me digas que...?

- ¿Que qué?

- ¿Es posible que tengas la regla?

Y así, queridos lectores, es como me gané una hostia que me quitó un cuarto de vida y que Iris no me hablase el resto del día. Bueno, dejando ese tema de lado, me imagino que querréis saber que fue de nosotros tras salir del ''castillo''.

Tras atravesar la cueva, llegamos a un lugar que recordaba un montón al Gran Cañón. Nada más salir encontramos un desfiladero, Taros casi se cae, y hemos descubierto que a Toru no le gustan las alturas... En cuanto vio que estábamos a diez metros del suelo saltó a mi espalda con las garras desenfundadas a abrazarme. Para los que tengáis gatos, imaginaos que vuestro gato es de tamaño león. Ahora no hace falta que os diga si duele mucho :D

Había un pequeño pasillito por el que se podía caminar, teniendo a un lado el desfiladero y al otro una enorme pared casi vertical.

Esa noche decidimos quedarnos en la cueva, ya que ya era tarde. A la mañana siguiente, tras caminar por el pequeño sendero de la muerte con Toru a la espalda con los ojos vendados, llegamos a una miniexplanada con una cueva en la pared de roca.

Sí, este sitio tiene un sistema de cuevas bastante complejo. Algunas, como en la que estábamos, no llegaba a ninguna parte y apenas tenía cuatro metros y medio de profundidad, pero era bastante alta. Otras cuevas seguramente fueran más profundas, no nos paramos a comprobarlo mucho, nos conformábamos con una en la que no hubiese monstruos ni nada.

The invencible RexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora