Despierto con los ojos rojos después de tanto llorar, todavía no puedo creer que Matt sea mi padre. Me doy una ducha en el baño de mi habitación. Salgo envuelta en una toalla, busco un poco de ropa y me visto con algo sencillo. Necesito hablar con Matt sobre todo los de ayer, creo que después de todo merece una oportunidad, estoy convencida que en verdad me quiere. Salgo de mi habitación y comienzo a buscarlo, pero en vez de encontrarlo a él, encuentro a Cameron que recién salio de la ducha solo tiene una toalla enrollada en su cintura y su pecho esta al descubierto, joder, ese hombre si que es sexy, tiene unos perfectos músculos y unos brazos tan bien trabajados, el es una tentación. Se da cuenta de mi presencia, voltea a verme, yo solo sonrío y siento como mis mejillas se ruborizan.
-Yo…-tartamudeo.- creí que…tu…
-¿Qué yo?
-Creo que mejor me voy.
-No, no tranquila, está bien.
-¿Bien? Creo que no esta bien que estés tan cerca de mi con tan poca ropa.
-En realidad solo tengo una toalla
-Peor aun.
-Tranquila.
Cameron se acerca a mí lentamente haciendo que retroceda hasta quedar contra la pared y fija su vista en mis ojos. De pronto sus manos ya se posan en mi cintura. No puedo apartar mi vista de sus labios, se ven tan perfectos y deliciosos. Su aliento de menta choca con el mío lo cual aumenta el deseo de besarlo.
-Dime, preciosa.-me susurra.- ¿estás nerviosa?
-Yo….
-¿Lo estás?
-Sí…
-Me encanta ponerte de esta forma.
Me acerco más a el, necesito que me bese de una vez, ¡Sí, mierda! ¡Quiero que Cameron me bese! Quiero probar de una vez esos labios. No puedo evitar morder mi labio inferior.
-Mierda.-susurra.- Me pones tan…..-deja la frase en el aire.
-Hazlo ya.-le suelto.
-Me encantas, joder, me encantas.
No digo una palabra más porque Cameron me acerca a el tomándome de la cintura. Nuestros labios se unen por fin después de tanto esperarlo. Abro un poco mi boca y Cameron introduce su lengua, explora mi boca, nuestras lenguas se dan caricias. Como lo imaginé sus labios son jodidamente deliciosos, jamás había probado algo igual. Ambos nos desesperamos un poco y nos besamos con mucha más pasión. Mis dedos se enredan entre su cabello húmedo y las manos de el se mueven codiciosas por mi cintura. Nunca había tenido un beso más perfecto que este, con los labios más exquisitos del mundo. Me quedo sin aire, dejo de besarlo un momento, pero me recupero rápidamente y vuelvo a sus labios. Cameron muerde mi labio inferior, se siente tan increíble, lo beso desenfrenadamente, como nunca he besado. Nada nos puede interrumpir en este momento, Matt no está y…¡Matt! ¡Carajo! Si nos ve nos matara a ambos. Me obligo a sepárame de Cameron, porque si Matt ve esto valdremos mierda ambos.
-¡Cameron! ¿Qué carajos hiciste? Si Matt hubiera visto…
-Tranquila, preciosa.-me interrumpe.- Matt no está, salió temprano, no me vas a negar que no te gustó, no besas nada mal.
-Esto es una locura.
-Yo te gusto, tanto como tú a mí ¿no es verdad?
-No.-miento.
-Créeme no se notaba cuando me besabas.
-Mierda, Cameron, esto no está bien, no me puede gustar un mujeriego como tu.
-Quizá lo sea, pero tu…me pones tan…de una manera diferente.
-Que esto no se repita.
-Creo que eso será imposible.
-Además, si Matt se llega a enterar…
-¿Cómo? –me interrumpe.- el no está aquí, nadie lo sabe solo tu y yo…
-De todas formas, Cameron, esto no podrá repetirse.
-Se que habrá próximos.
-Como digas.
Me alejo de el para ir a la cocina, humedezco mis labios con la lengua y disfruto el sabor que me queda de Cameron. Seguro que habrá próxima, besa tan jodidamente increíble, tan delicioso ¿Cómo no podría haber próxima? No podré resistirme nunca jamás a sus labios, ahora se han vuelto mi debilidad.
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