Espero les guste :) QUIERO MUCHOS COMENTARIOS PORQUE SINO NO VOLVERE A HACER MARATÓN Y QUIERO VOTOS
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Me siento increíblemente feliz, todo es como antes. Cameron me ama, me ama de verdad. Ya no siento ésa misma impotencia y esa tristeza.
Demonios, me siento tan feliz que no puedo dejar de pensar en él. Aunque, hay algo que me inquieta. Ayer, después de que habló con Matt, estuvo muy serio, algo desanimado ¿Qué la habrá dicho Matt para ponerlo de esa forma? ¿Habrá sido algo sobre nosotros? No lo creo, Cameron me habría dicho que me mantuviera alejada de él, pero no la ha hecho. Estoy casi segura que es algo sobre su ‘trabajo’ eso debe ser.
Me miro al espejo mientras cepillo mi cabello. Repentinamente, a través de éste, veo a Cameron. Me sobresalto un poco, pero doy media vuelta para mirarlo. Él sonríe, dejando ver sus perfectos dientes blancos como una perla.
-Hola, señor sonrisa –río.
-Hola, señorita perfecta.
-¿Perfecta? –enarco una ceja.
-Lo eres para mí. –Coloca sus manos en mi cintura y me acerca lentamente. Puedo sentir su respiración chocando con la mía. Me besa fugazmente en los labios y me mira- Te amo ¿sabías?
-Lo sabía.
-No sabes cuánto deseaba decírtelo las veces que te veía. – Sube sus manos hasta mi mejillas y las acaricia- Te amo, ______ Reeves.
Sonrío ante sus hermosas palabras. Él sabe que yo también lo amo, no necesito decirlo. Me pongo de puntitas y comienzo a besarlo. Me estremezco al sentir el tacto de sus manos con la piel desnuda de mi cintura.
Baja hasta mi cuello con una línea de besos provocándome escalofríos. Mis bellos se erizan y mi piel se pone de gallina. Me encanta cuando él me provoca todas estas sensaciones.
Entonces, me lleva hasta la cama, donde, cuidadosamente se pone sobre mí. Pone sus brazos a mis costados y se inclina para besarme dulcemente.
Cameron… ¿Qué significa Cameron para mí?
Creo que lo es todo. Es el hombre que con tan sólo mirarme me hace estremecerme. Es el hombre más sexy que mis ojos han visto jamás. El hombre que me hace desear estar siempre en sus brazos… que me hace desear ser suya cada momento. Eso y más es él para mí.
Busco los botones de la camisa de Cameron. Los desabotono uno por uno, pero al poco rato me desespero. Observo su pecho y sonrío. Ahora yo me pongo sobre él. Lo beso, mientras mis manos se mueven codiciosas por su pecho desnudo. Veo el tatuaje que hay a un costado de él, entierro los dientes en mi labio inferior y lo miro.
-Me encantan tu tatuaje –jadeo.
Él sólo me regala una sonrisa. Vuelvo a besarlo desenfrenadamente. Como no lo veo actuar, yo misma empiezo a desabrochar mi blusa. Cuando voy por el tercer botón, atrapa mis manos para detenerme.
-No intentes quitártela –dice algo agitado.
-Creí que…
-No –mueve la cabeza- Matt está aquí.
Me hago a un lado y me siento en una esquina de la cama. Abrocho mi blusa de nuevo. Ahora me siento algo avergonzada, creo que fui yo la que cayó demasiado rápido. Cameron se levanta también mientras se arregla la camisa nuevamente.
-Tenía que hacerlo…-susurra.- Ambos ya estábamos demasiado excitados-ríe.
-Y Matt está aquí.
-Sí –su rostro cambia, se llena de tristeza- Deberías ir con él.
-¿Ir con él?
-Sí –agita la cabeza- Quizás tengan que hablar de algo.
-Bien.
Me resulta extraño que Cameron quiera que vaya con Matt ¿Hablar con él? No tengo nada que habar con él. Bueno sólo si decirle que Cameron y yo estamos juntos de nuevo valga. Aunque creo que ya lo notó.
Abro la puerta de mi habitación y salgo de ésta. Avanzo lentamente por los pasillos buscando a Matt. Me resultará algo difícil encontrarlo en esta casa tan grande.
Me pregunto por qué la cara de Cameron cambió tan radicalmente cuando mencioné a Matt. ¿Qué es lo que está pasando?
Antes de bajar las escaleras, en una mesa de madera, está el mismo sobre que Matt tenía ayer en sus manos. A lado de éste hay una foto de él y yo juntos. Tengo meses viviendo aquí y no la había visto antes.
¿Será buena idea abrir el sobre? Tal vez no es de mi incumbencia, pero la duda me carcome lentamente.
Al tomar el sobre de la mesa, ésta mueve y también la foto. Vuelvo mi mirada al sobre, cuando veo que la mesa ha dejado de tambalearse. Le doy la vuelta y veo el logo del hospital en donde Matt se hizo los estudios. ¿Por qué no me dijo antes que ya se los habían entregado?
Le quito el seguro y lo abro completamente. Adentro hay varias hojas, meto la mano y las saco. Comienzo a leer lentamente.
Habla sobre el día en que Matt fue a realizarse los estudios, el nombre del doctor que los llevó a cabo y más cosas que en realidad no entiendo mucho. Le doy la vuelta a la hoja y veo una tabla, es diferente, pero dice cosas que de igual manera no comprendo. Veo la otra hoja. Ninguna de éstas responde mi pregunta sobre lo que en realidad le pasa a Matt, ¿Por qué dan algo que un paciente no podrá entender?
Pero algo llama mi atención, se encuentra al final. Abro los ojos como plato al leer algo que me impresiona.
Esto debe ser una cruel mentira.
Los ojos comienzan a arderme, siento como mis labios se curvan hacia abajo. Coloco una mano en mi boca para contener un sollozo, pero termina escapándose, al igual que las lágrimas que estaban acumuladas en mis ojos, rogando por derramarse.
Las últimas palabras más dolorosas que haya leído: ‘El paciente Matthew Reeves ha sido diagnosticado con cáncer de pulmón’
