Hey darlings!! lml espero les guste :) quiero comentarios!!♥
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No recordaba lo agradable que era mi casa. Aunque creo que ahora vivir aquí no será nada agradable. Cada espacio me trae recuerdos de Matt. Bueno, ¿cómo no podría? Esta es su casa. Todavía no puedo sacar de mi cabeza el trágico momento. Como todo pasó con tanta rapidez. Sus últimas palabras, su último aliento… Hasta que se fue para siempre.
¿Qué haré ahora? No tengo a nadie conmigo. Estoy sola en esta enorme casa. Aleje a Cameron… Oh, mi Cameron. Seguro lo lastimé con mis palabras. Ahora si estoy tan arrepentida. Soy una egoísta.
Estoy sentada en el sofá favorito de Matt. Donde muchas veces se sentaba a trabajar en su Netbook. Dios mío, no sé cómo podré vivir aquí. Duele tanto recordarlo.
Unos hombres se han llevado el cuerpo de Matt y lo prepararán para el funeral. No quería dejarlo, pero me obligaron a regresar a casa.
Mi rostro está húmedo, mis mejillas llenas de lágrimas y los ojos me arden. Sostengo un pañuelo en mi mano, aunque muy pocas veces lo uso. Lo único en lo que puedo pensar es qué será de mí sin mi padre.
Algo me distrae, es el timbre de la puerta. ¿Visitas? Qué extraño.
Con pocas fuerzas me levanto de sillón y seco mis ojos con el pañuelo. Hago un largo camino hasta que finalmente llego a la puerta. Tomo aire y la abro.
Encuentro a una mujer completamente preocupada, su cabello pelirrojo está algo desacomodado, pareciera que no ha dormido. ¿Ella lo sabe?
-¡______! –Exclama Cassandra- ¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué estás llorando? ¿Matt está bien?
Su última pregunta me hace romper en llanto nuevamente. Ella sólo me mira con confusión. La invito a pasar y cierro la puerta. Me recargo en ésta y miro a Casandra.
Le dolerá. Le dolerá tanto como a mí.
-¿Vas a decirme que ocurre?
Se muestra completamente impaciente. Cierro mis ojos y dejo que mis lágrimas broten. Vamos, ______, dile…
-¿Matt está… bien? ¿Dónde está él?
Me limpio las lágrimas con la parte trasera de la mano.
-Cass… él…
-¿Él? –insiste.
-Matt no… no regresará
-¿Qué?
Aquí voy. Tomo aire.
-Está muerto –le suelto.
Pronunciar esas palabras duele tanto como si me acuchillaran. La cara de Cassandra cambia completamente. Abre los ojos de par en par. Se congela. Trato de calmar mi llanto, pero no para. Las lágrimas fluyen y fluyen.