ARESTO MOMENTUM
— CAPÍTULO XXXVI —
❝ A d a e q u o ❞
⚡
Tras semanas de interminables esfuerzos, inacabables ensayos e insaciables entrenamientos, el octubre llegó, y un frío húmedo se extendió por los campos y se adentró en el castillo, atrapando con sus dedos gélidos a los alumnos más desprevenidos, que no tardaron en caer enfermos de gripe.
Su llegada trajo consigo el evento que Hermione, a diferencia de sus amigos, había estado esperando con entusiasmo durante los últimos días: con motivos de Halloween, habían decorado el Gran Comedor con los murciélagos vivos de costumbre; las enormes calabazas de Hagrid habían sido convertidas en voluptuosas lámparas, y corrían rumores de que Dumbledore había contratado una compañía de esqueletos bailarines para el espectáculo... sin embargo, los muchachos iban a perderse tan emocionante festividad, pues los fantasmas ansiaban su llegada a las mazmorras esa misma noche.
Cedric, por tercera vez consecutiva, admiró las manecillas de su reloj de bolsillo y suspiró con cierto fastidio, escondiéndolo de nuevo en uno de los saquillos de sus elegantes pantalones de pinza, a juego con su americana.
—¿Seguro que les has dicho la hora correctamente?
Susan puso los ojos en blanco, exhausta.
—Ya te he dicho que sí —respondió con cierta inquina, acariciando nerviosamente los flecos de su vestido azul medianoche—. No entiendo porqué no están aquí todavía.
—La última vez que los he visto, estaban demasiado ocupados buscando sus pajaritas como para tan siquiera pronunciar un simple ahora mismo bajamos —se añadió Hermione, intentando suavizar la situación; seguidamente, sus ojos volvieron a postrarse sobre la figura de aquella Ravenclaw de cabellos rubios que también se había presentado al encuentro, vestida con un característico atuendo negro decorado con topos de colores—. Ya les conocerás mejor, Luna. Ambos son un desastre.
La muchacha esbozó una media sonrisa entre sus níveas mejillas.
—Harry me pareció un chico muy responsable.
—Bueno, tiene sus momentos caóticos —admitió la castaña—. Aunque debo decir que me surge la curiosidad al saber que Harry te ha invitado al cumpleaños de muerte. ¿Cómo os habéis conocido?
—Hace unas semanas, las doxys se dedicaron a esconder mis zapatos por el castillo. Harry lo encontró algo terrible, aunque para mí no es más que una broma divertida —esclareció la muchacha—. Él salía de su castigo con el profesor Lockhart cuando nos encontramos en uno de los pasillos del segundo piso, y se ofreció a ayudarme a buscar mi calzado.
—Veo que lo encontrasteis —objetó Hermione, observando las alpargatas negras que cubrían los pies de la muchacha.
—Fue complicado bajarlas de lo alto de aquel pilar de piedra —añadió ella—. Solo espero que las doxys se entretengan con otros zapatos que no sean los míos durante una buena temporada...
ESTÁS LEYENDO
Aresto momentum
FanfictionDel amor al odio hay un paso. Del odio al amor, hay una aventura. Hermione Granger y Severus Snape se enfrentan a los ocho años más significativos de sus vidas, los que a su vez cambiarán drásticamente el destino del mundo mágico. Con el...