Mi Pequeña Mate

Cazadores Expertos

Narra Emily:

Ya se acabó... Ah, estoy tan cansada que creo que podría dormir un mes entero como un oso. Al menos eso es lo que parece que está haciendo Alastair. Hace cinco horas que estoy despierta y él sigue en la cama dormido. Mi olor ya no es tan fuerte como antes, así que puedo alejarme de él sin ningún problema. Ya era la 1 del mediodía...no debe tardar en levantarse, tendrá hambre.

Hum, me duele el cuerpo muchísimo y el dolor no se irá hasta dentro de tres días. Está claro que los dos son tan diferentes... Alastair es más apasionado y Elliot es más cariñoso. Son completamente apuestos en todo, y aún así las dos personalidades me gustan.

-Buenos días.

-Alastair. -Me di la vuelta y le vi  detrás de mí, con el pelo revuelto y solo vistiendo unos pantalones de chándal. -Buenos días, ¿cómo te encuentras?

-Bien, creo...¿Estás haciendo la comida?

-Sí, ya está casi lista. Deberías ir a tomarte una ducha rápida, te da tiempo.

-Claro. -Se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla. -¿Todavía te duele el cuello?

-No, estoy bien.

-Anoche me pasé, perdona, no me pudo controlar.

-No te disculpas, ya me he acostumbrado. Venga vete a la ducha ya.

-Bajo en un rato. -Salió de la cocina y subió para arriba.

Oculté mi marca con el pelo y seguí preparando la comida. Después de comer nos tumbamos en el sofá para ver una película, aunque él estaba medio adormilado a mi lado.

-¿Todavía tienes sueño?

-Un poco, solo pensar que tengo que ir a trabajar mañana me da sueño.

-Es verdad, que pereza... 

-¿Qué tal te va en esa agencia?

-Soy la mejor coordinadora de eventos del mundo, no soy un genio pero si quieres planificación solo tienes que decírmelo. Todavía me acuerdo como planificaba mis planes para escapar de clase. ¿Cómo crees que he sido capaz de mantener mi trabajo a la vez que criaba de tres hijos? Soy muy buena.

-Siempre buscas rutas de escape. Eso lo he comprobado.

-No hace falta recordar eso.

-Tienes razón. -Seguimos viendo la película, cuando de repente se levantó corriendo del sofá y fue hasta la puerta. Le seguí para ver que pasó y lo vi delante del porche quieto.

-Alastair, ¿qué pasa?

-Lo he escuchado, ¿dónde está?

-¿Yo no he oído nada? ¿De qué estás hablando?

-El olor se fue, estaba aquí...lo sé... Si creen que no me he dado cuenta, se van a... -Estaba muy nervioso y se iba a transformar, pero antes de que eso pasara le agarré y no le dejé.

-Si alguien te ve tendremos problemas, por favor tranquilízate.

-Emily...

-No hay nada aquí, estás cansado y eso te hace jugar una mala pasada. Hace 20 años que no estás con gente, es normal que te abrumes cuando ahora vivimos en una ciudad. Así que por favor...mantén la calma. -Sentí como relajó los hombros y vi como liberaba los puños.

-¿Me estoy volviendo loco?

-No, solo estás cansado. Venga vamos a echarnos una siesta, ¿si? Ya verás como después te sientes mejor.

-Si...siento asustarte.

-Está bien, no pasó nada. Vamos adentro. -Le cogí la mano y él me siguió adentro. Él pasó primero y cuando iba a cerrar la puerta no pude evitar sentir que alguien me vigilaba. Miré hacia atrás, pero no vi nada extraño...tal vez yo también esté cansada.

En la furgoneta:

-Ha sido muy arriesgado, un segundo más y él ta habría visto.

-Sabe que estamos aquí, debemos irnos.

-No podemos acercarnos si él está alerta todo el tiempo. Es imposible.

-Tenéis razón. Volveremos en dos meses con todo el equipo preparado. No hagamos que el perro pierda la calma.

Dos meses después...

Estábamos durmiendo tranquilamente, cuando de repente escuché un ruido de un cristal rompiéndose. Abrí los ojos del susto y me senté en la cama de un salto. Miré hacia ala puerta y después moví a Alastair para que despertara.

-Alastair.

-Hum, ¿qué?

-He escuchado algo abajo.

-¿Qué? -Él también se despertó más que deprisa y se levantó. -¿Estás segura?

-Sonó como un cristal rompiéndose.

-Quédate aquí y no te muevas, iré a ver.

-Espero que no haya sido nada.

Salió de la habitación y fue a ver que pasaba. Me senté en la orilla de la cama, me recogí el pelo y esperé a que volviera. Pasaron varios minutos y en aquel momento sentí un pinchazo en mi cuello y cuando me giré vi a un hombre detrás de mí. Iba a gritar pero me tapó la boca con un paño que olía extraño y me agarró con fuerza. Intenté liberarme y me transformé en lobo. Me escapé de sus manos e iba a atacarle cuando de repente alguien más me disparó. Una persona en el balcón. Todo se empezó a volver borroso y mi cuerpo no podía moverse, me caí al suelo no sin antes ver como esos dos se acercaron a mí. Son humanos, ¿cómo han podido...pasar?

Narra Alastair:

En cuanto Emily me dijo que oyó un ruido abajo no me lo pensé dos veces y salí de la habitación. Al bajar las escaleras me transformé y me puse a revisar todo el piso de abajo, empezando por el salón. No olía nada extraño, ni sospechoso, tampoco veía nada fuera de su lugar. Fui hasta mi despacho y todos los papeles y cosas del trabajo estaban en la mesa tal y como las dejé. Debajo de las mesas o de los sofás tampoco había nada. Dentro de los armarios no olía nada, a excepción de los productos que usaba la criada para limpiar. La cocina también estaba limpia y la entrada principal igual. No había ningún cristal roto... El olor de Emily sigue arriba y está tranquila, ella no me sacaría de la cama sin ninguna razón. ¿Dónde está ese cristal?

Iba a desistir y a subir de nuevo, sino fuera porque detrás de la escalera, olía a algo. Me acerqué sigilosamente y cuanto más cerca estaba podía diferenciar el olor de un humano. Abrí la boca y preparé mis garras, este humano estaba muerto. Gruñí y con un movimiento rápido le enganché y lo saqué fuera, era un hombre adulto y forzudo y tenía un cuchillo en la mano. Intentó darme, pero se lo impedí lánzandolo contra la mesa del salón. Él intentaba escapar, pero poco iba a correr cuando le arrancara las piernas. El hombre cogió una silla y me la lanzó, pero la esquivé con facilidad. Me acerqué a él y le agarré, pero cuando intenté cerrar la boca para arrancarle el brazo no podía... ¿Tenía protección?¿Quién es este tipo? ¡Emily!

Volví a mi forma y salí corriendo para arriba, no estaba solo, algo pasa. Entré en la habitación y ella estaba en el suelo inconsciente y unos tipos le atando.

-Encárgate. -Y de repente uno me disparó algo, ¿un dardo? Mi cuerpo ha dejado de moverse.

-Emi...ly...-Me caí al suelo y todo se empezó a poner oscuro. -Os mataré...

-Este resiste más que la chica.

-Dale otro más, no vaya a ser que se despierte en medio del camino. -Uno de ellos se acercó y me inyectó algo en el cuello. Reconozco esa voz...es la de aquel hombre. Es el mismo olor... Le mataré, la mataré, los mataré... a todos.