Narra Emily:
Ha pasado casi una semana y todavía no he encontrado una manera de escapar. Al menos no estaba sola, Jack estaba a mi lado y eso para mí era un alivio. Es la única persona en la que puedo confiar.
-¿Emily, me escuchas?
-Hum, lo siento...¿Me decías?
-¿Qué piensas tanto?
-No es nada importante, estaba pensando en que pronto será mi cumpleaños.
-¿Tu cumpleaños? Siento que tengas que pasarlo en este lugar. No debe ser muy agradable.
-No pasa nada. 273 años ya...(39 años) El tiempo pasa tan rápido.
-Tal vez si se lo pides a Irina te traiga una tarta, eres su favorita al fin y al cabo.
-No pienso pedirle nada, esa mujer últimamente ha estado en las nubes...parece que algo le pasara.
-Cosas de humanos. -Me miró y soltó todo el aire que contenía en sus pulmones. -¿Quieres ir a la sala de descanso?
-Claro. -Jack era muy tranquilo y un buen amigo.
-La marca ya te desapareció, ya no hueles a él.
-¿De verdad?
-¿La mía seguirá en tu cuerpo? -Me sonrojé al escucharle y le pegué un codazo en el abdomen.
-No digas esas cosas, por favor.
-Me cuesta creer que seas una adulta, a veces te comportas como una adolescente.
Se rió e inflé los mofletes enfadada. Pero sé que lo hizo solo para ayudarme aquel día, así que está bien. Nos dirigíamos a la sala de descanso, cuando de repente vi algo que me dejó paralizada. El pasillo tendría que estar desierto a estas horas, pero cuando les vi me congelé. Eran Alastair e Irina, ¿por qué la tenía contra la pared, y porque parecían que disfrutaban del otro? Ni siquiera se han dado cuenta de que estoy, hasta que Alastair sacó la cabeza de su cuello y me vio.
-¡Emily! -Iba a acercarse a mí, pero Irina le cogió la mano.
-¿Qué haces Alastair?
-Jack vámonos ya, por favor. -Agarré el brazo de Jack y me di la vuelta, pero él me llamó.
-¿Qué estás haciendo? Ven aquí, aléjate de él ahora mismo. -De repente Jack me cogió la mano y apuro el paso. -¡No la toques, vuelve aquí! -Iba a venir a por nosotros, pero ella cogió un mando y él se paró.
-Un paso más y sabes lo que pasará.
-Tsk... Emily.
Antes de que volviera a recuperar la consciencia me di cuenta de que estábamos en la "habitación" de Jack. Me senté sobre la cama y él se apoyó sobre la verja, se cruzó de brazos y me miró.
-El olor de esa marca era el de él. Explícate.
-Yo... nosotros éramos pareja, pero él me traicionó, ya lo viste. Estábamos en Australia, en nuestra casa cuando esos cazadores vinieron a por nosotros. Pero él dijo que no le importaba lo que me pasara...No sé porque me llama. Mi historia es demasiado complicada, pasaron muchas cosas.
-Espero que algún día pueda contármelo. Es mejor que nos quedemos aquí esta tarde.
-Jack, ¿crees que puedo quedarme contigo esta noche? No quiero estar sola.
-No sé si los guardias te dejarán.
-Tengo el collar, saben que estoy aquí, seguro saben que me paso la mayoría del tiempo contigo y ninguna vez me han dicho nada, no creo que haya problemas en que las puertas se cierren y yo siga aquí.
-Si lo dices así claro que puedes quedarte, por mí no hay problema.
-Gracias, Jack.
Narra Alastair:
¿Quién era ese tipo?¿Por qué se cogieron de la mano? Por culpa de Irina no he podido hacer nada, debo encontrarla y explicárselo, pero ahora no puedo hacer nada.
-¿Por qué has hecho eso?
-Ha sido un impulso, nada más. -Me inventaré algo para salir del apuro. -Me enfadó verla y además al lado de otro hombre.
-Pero dijiste que ella ya no te importaba.
-Y así es, pero solo fue un impulso de lobo, nada más.
-Demuéstrame que no mientes.
Este lugar parecía su despacho, no podía salir por la puerta y no había otra salida. No me queda de otra. Me acerqué a ella la levanté y la senté sobre la mesa. La besé y mordí su labio suavemente, mientras mi mano subía hasta el cuello de su camisa para empezar a desabrochar los botones. Después de dejarle sin respiración bajé por su cuelo, y casi al llegar hasta su hombro abrí la boca e iba a morderla, hasta que recordé algo y me detuve.
-Alastair... -Me alejé de ella y miré para otro lado. -¿Ocurre algo?
-No puedo morderte, eres humana.
-¿Qué quieres decir con eso?
-Si no quieres morir ahora deja de provocarme, no eres como yo y por eso no puedo morderte. Los lobos nos excitamos después de morder, pero no pasará conmigo. Además... podría llegar hasta la yugular y morirías desangrada en menos de unos segundos. ¿Es lo que quieres?
-¿Por qué con alguien como tú sí, entonces?¿Qué diferencia hay?
-Que la yugular está más lejos de lo que puedo hundir mis colmillos. Se supone que si te mordiera el cuello sentirías mucho placer, pero como eres humana solo sentirás dolor.
-Pues lo hacemos sin ningún mordisco. No hace falta que me muerdas.
-Nosotros nos tomamos el placer muy enserio. Enlazarnos y unirnos con alguien es muy importante, no como vosotros. Además yo necesito morder y ser mordido también. No serías capaz de soportarlo, ninguna humana podría.
-Dijiste que me enseñarías.
-Lo dije, pero no siento calor así que no puedo hacer nada. Nos vemos Irina. -Cogí la puerta y me fui de allí cuanto antes.
Necesito a Emily, estar tanto tiempo alejado de ella me está volviendo loco de nuevo, necesito tenerla entre mis brazos, necesito besarla, necesito sentir que la tengo a mi lado cuando cierro los ojos. Su pequeño cuerpo, su calor, su olor... Quiero volver a sentirlo todo. Su mano en mi mejilla, sus labios sobre los míos y sus ojos mirándome solo a mí con esa ternura. La amo demasiado y por eso tengo que verla cuanto antes. Mi preciosa Emily, te quiero.
Narra Emily:
Ya era de noche, o eso creo... Las puertas se cerraron y nadie parecía haber notado que estaba aquí, ni tampoco tenían intención de sacarme. A mi lado estaba Jack ya dormido y al verle me fijé en que parecía un niño pequeño. Era muy tierno. Me di la vuelta para dormirme, cuando de repente él me agarró y sentí que mi espalda estaba sobre su pecho y su cabeza estaba justo al lado de la mía. Sus manos estaban en mi vientre y sentí su respiración cálida sobre mi nuca. Me sorprendí por aquello y sentí mis mejillas encenderse, pero tal vez esté dormida y me ha confundido con la almohada, seguro solo es eso... Cerré los ojos y me dormí con él. Buenas noches, Jack.
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Mi Pequeña Mate
Lupi mannariSin más un día, Elliot salió corriendo de una reunión de trabajo, para ir hacia el hospital donde le espera la mayor sorpresa de su vida. Una niña recién nacida que cambiará su vida a partir de ahora. La vida de Emily se volverá una completa locura...