No puedo decírtelo

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Narra Emily:

En cuanto amaneció cogí mi chaqueta y mi bolso y me adentré en el bosque con René. Me daba igual lo que dijera Elliot y le dejé bien claro que como siguiera o mandara a alguien para seguirme tendría problemas graves conmigo. De vez en cuando miraba hacia atrás, para comprobar que nadie nos siguiera.

Lo que me parecía extraño es que estando muy cerca del Invierno, ella fuera así vestida y además pisando el suelo con los pies descalzos.

-¿Segura que estás bien?

-¿Por qué lo dices?

-No tienes frío.

-Ni siquiera ha llegado la nieve, no tengo frío. Antes de ir quiero que me prometa que no le dirá a nadie dónde estamos. No queremos tener problemas en nuestra manada.

-Lo prometo, no diré nada. -Seguimos caminando por el bosque, cuando de repente escuché algo detrás de nosotros. -¿Qué ha sido eso?

-¿Lo qué? Yo no he escuchado nada. -Miré a todos lados, pero no vi nada.

-Lo siento, no estoy acostumbrada a meterme en el bosque, debió de ser algún animal.

-Venga sigamos, aún nos queda un poco.

-Sí.

Me di la vuelta para seguirla, pero de repente algo me empujó con fuerza y me tiró al suelo. Al abrir los ojos lo vi todo borroso, pero cuando todo se puso normal otra vez me quedé en shock al verle encima de mí.

-¡Emily! Eres tú...

-Alastair...

-¿Estás bien? Tú, apártate. -Me abrazó con fuerza y no parecía tener intención de soltarme.

-No te vayas otra vez, por favor...Te quiero.

-Alastair suéltame ahora. -Le golpeé en el cuello y después con la rodilla le di en el abdomen. Eso es lo que me enseñó. Le aparté y me levanté corriendo. -¡Vamos! -Salimos corriendo antes de que volviera a recuperarse, tenía un minuto.

-¿Qué le pasa a ese hombre? -Seguimos corriendo, pero de repente un lobo gris se puso delante de nosotras. Era él.

-Apártate de en medio Alastair. -Volvió a su forma de nuevo y al verle mejor parecía que había vuelto a ser el de antes, sus ojos eran rojos y su sonrisa daba miedo.

-Venga pequeña, ¿crees que puedes ganarme? Yo siempre gano.

-¿Has vuelto a perder la cabeza?

-Quién sabe...tal vez... Ahora que te he recuperado no volveré a dejar que te escapes, volverás a ser mía otra vez.

-Entonces Elliot te matará.

-De él me encargaré más tarde, ese Greyback no se meterá en medio otra vez. Así que no te resistas y déjame morderte.

-No volverás a jugar conmigo. -Saqué un cuchillo de la chaqueta, sabía que debía llevarlo por si acaso él estaba aquí. -Si te acercas te mataré.

-No puedes matarme, ya lo has intentado una vez y no pudiste, porque me sigues queriendo. -Se acercó poco a poco y yo me puse delante de René para protegerla.

-Aléjate Alastair, por favor...

-Si quieres matarme, adelante. -Iba tranquilamente hasta mí, y yo empecé a dudar, otra vez me fallaban las fuerzas. Yo no puedo matarle...es imposible...no puedo. Se acercó a mí, me quitó el cuchillo y me abrazó. -¿Lo ves? No puedes hacerlo. Te he echado mucho de menos Emily, mi pequeña, te amo.

Mi Pequeña MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora