Mi Alpha, Mi Hombre

17.

Paige

Hace 10 minutos llegamos a mí departamento. Le dije a Daniel que no podemos estar aquí porque Aáron sabe dónde vivo. Me dijo que tomara lo necesario que el nos llevaría a su casa; No sabe cuánto se lo agradesco pero solo estaré ahí unos días porque no pretendo ser una carga para el ni para nadie.

Quiere que le cuente como es que caí en manos de Aáron y que clase de animal era el que nos perseguía pero ¿Cómo explicó algo que todavía no logro comprender?

Será que todo lo que me dijo Aáron es cierto; Será que los hombres lobos si existen...entonces ¿Por qué se obsesionaría conmigo? ¿Que tengo yo que ver en su vida? ¿Por qué dice que soy su mujer? y la pregunta más importante de todas ¿Por qué me está naciendo esta necesidad de verlo? ¿Qué me está pasando?

Despierto de mi ensoñación al escuchar la puerta abrirse. Miro hacía la puerta en busca de quién entra a mi habitación encontrándome con la mirada de Daniel. Al verlo recuerdo lo que estaba haciendo antes de sumirme totalmente en mis pensamientos.

Veo que tengo ropa en mis manos y una maleta en frente de mi. Ahora mismo estoy preparando una pequeña maleta con ropa para mí y para mi hermano para irnos. Siento la mirada de Daniel descender por todo mi cuerpo lo que hace que me sienta algo extraña.

Nuestras miradas se cruzan y el sonríe afectivamente y yo hago lo mismo. Dejo de mirarlo y me concentro en terminar el trabajo que hace más de 20 minutos he iniciado. Entro las últimas piezas de ropa en la maleta, la cierro y la pongo en el suelo.

-Nos vamos- le digo con un suspiro -Quiero salir de aquí, No estamos seguros- le exhorto. Lo veo suspirar y se encamina hacía mi.

- Ya Esteban y yo recogimos todo lo que necesitaba. Cuando tú digas nos vamos.- lleva sus manos a mi rostro para que lo mire directamente. - Quiero que me digas todo lo que ha pasado. Quiero ayudar pero si no me explicas no puedo hacerlo.- no termina de decir la frase cuando ya estoy sollozando en su pecho; Abrazándolo con todas las ganas del mundo, Segundos después siento como el me devuelve el abrazo a mi.

No sé porque realmente lloro. Supongo que es el estrés acumulado de estos días, Quizás por el hecho de que un loco me tenía secuestrada o porque el extraño sentimiento qué hay en mi corazón. Por alguna extraña razón siento que lo extraño y ese sentimiento no me gusta.

Entramos al apartamento de Daniel. Me sorprende lo grande que es. ¿Vivirá con alguien? Porque la verdad es que me asombra su tamaño y lo limpio que está.

- Pues este es mi Humilde Hogar- dice con una sonrisa llena de orgullo - Pueden acomodarse dónde quieran. Tiene dos habitaciones.- hace una pausa mirándonos atentamente - Si quieren ir al baño está al final del pasillo pero de todas formas las habitaciones tienes sus respectivos baños. Mi habitación está del lado derecho del pasillo y la suya justo en frente de la mía. - dice con una sonrisa de oreja a oreja. -Pueden comer lo que quiera y hacer lo que quiera. Está es su casa el tiempo que lo necesiten. ¿Quieres ver un poco de Televisión?- le pregunta a mi hermano que se esconde entre mis piernas. Saca su cabecita y con vergüenza asiente.

Se acerca a Daniel quien se dirige a encender la televisión poniéndole a Bob Esponja en el proceso. Luego se encamina hacía mi tomando mis maletas y haciendo señas con su cabeza para que le siga.

- Me encanta tu apartamento. Pero niños quedaremos por mucho tiempo, no pretendo molestar. - le digo con un poco de vergüenza.

- Claro que no molestan. Al fin tengo algo de compañía en este lugar; es inmenso solo para mi.- dice abriendo la puerta de la habitación.