Mi Alpha, Mi Hombre

50.

Y aquí estoy.
Explicándole por enésima vez a Isaac lo que me ha pasado con Paige. Tuve que decirle el plan que habíamos llevado acabo el día que estuvo con Rox.

De pronto comienza a reírse el muy infeliz.

-Entonces todo fue un maldito plan para que al fin pudiera hablar con Rox- afirma repitiéndose a sí mismo.

Es como si no lo creyera.

-Entonces según tú la emoción embargó tu cuerpo y abusaste de los labios de nuestra luna.-

No hago nada más que asentir. Quiero evitar golpearlo, no me gusta el tonito que ha tomado en las últimas frases.

-Para colmo en vez de sentirte culpable, lo que quieres es ir a buscarlo. Arriesgando tu vida porque te recuerdo que es LA MUJER DEL ALPHA.- todo rastro de cinismo se ha esfumado.

Me cabreo aún más. Sé que es la mujer del Alpha; pero eso a mi poco me importa ahor. Ese hombre no la valora, no la trata bien.

-Dime algo que no sepa- le contesto lo suficientemente enojado.

Me siento mal.

-¡Está bien! Entonces te recordaré la existencia de Jessica.- ruedo los ojos.

-No la metas en esto.- es lo único que contesto.

-¿Y qué? ¿Acaso es invisible? Aáron razona...- dice dando suaves golpes en su cabeza.

-La tengo presente, pero no tengo el control de esto.- digo asi arrancándome los pelos.

-Debe de tenerlo. Da gracias de que esto no ha pasado de un beso Aáron. - intenta hacerme razonar.

Le preocupa mi vida ese es el motivo de esta discusión. Sé que Jessica e vale un culo porque la odia, al igual que mis padres.

-Es que si trascendió.- digo centrado en un punto fijo para luego encontrarme con su intensa mirada. -Ahora la necesito, quiero verla.- confieso por primera vez en voz alta.

-¿Qué?- dice desconcertado.

-Eso- es lo único que digo.

-Se más claro.- me dice dando un suspiro cansado.

Cuando le voy a contestar el sonido de un celular me interrumpe. Saco mi teléfono de mis bolsillos y lo descuelgo, mirando antes quien me llama.

Jessica

No hemos estado muy bien estos días, y la respuesta es porque definitivamente no he estado de humor para aguantar su berrinches y exigencias de niña fresa. Siento que tengo una responsabilidad más a la que estar encerrado en mi casa haciendo absolutamente nada.

-Jessica- digo suspirando cansado.

-Amor, nos llegó una invitación a una fiesta.- la interrumpo.

-No pienso ir a ninguna fiesta Jessica...- cuando voy a colgar el puto teléfono escucho como grita a través delas bocinas de mi celular que me espere. -¿Qué?- digo o grito.

Miro a Isaac que me observa en silencio como si analizar la situación de mierda por la que estoy pasando justo ahora.

-Es que tu fue tu papá el que la mandó. Dejándote dicho que tenías que asistir a la fiesta en su representación porque él y tu mamá tuvieron que salir de la ciudad a resolver algo de una manada amiga.- dudo por unos segundos lo que me dice.

Anoche hablé con mi padre y me dijo que saldría pero no mencionó la dichosa fiesta.

-¿Es enserio?- es lo que pregunto llevando mis manos hasta mi frente.