48.

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Aáron

No sé qué demonios pasó por mi mente en el momento en el que decidí arrojarme a besar a Paige como todo un urgido.
Solo sé que un momento de tensión apareció entre nosotros y algo me dijo que la besara; sabía que no estaba bien pero obedecí y no me arrepiento, porque he quedado fascinado con el sabor de los labios de la mujer que sigo devorando Justo ahora.

No me canso de besarla. Sus dulces labios me tienen loco, su forma tímida de besarme al principio fue tierna pero esta forma agresiva que se ha tornado entre nosotros de pronto es ALUCINANTE. Es como si necesitara esto desde hace tanto maldito tiempo ¡Joder!

Quiero seguir, quiero seguir comiéndome esta boca, quiero hacerlo. Posiblemente me arrepienta de esto después pero ahora lo disfrutare como jamás he disfrutado un beso en toda mi vida.

Me aferro a su cuerpo como si fuera a irse, a escaparse, a alejarse de mí y dejarme con estas ganas de ella.

Juro que estoy más confundido que nunca, por esta locura que acabo de hacer, pero ella está respondiendo, se supone que si ella responde es porque algo siente; no solo yo estoy metido de pies a cabeza en esta fosa sin salida.

-Aáron- murmura entre nuestros labios. Pero separarme de ella lo está entre mis planes.
Nuestras respiraciones forzadas y las falta de aire en nuestros pulmones está ganando más que nosotros y joder no quiero separarme de ella ¡NO QUIERO!

-Aáron- Sus delicadas manos que antes acariciaban suavemente mi espalda, ahora se hacen puños en mi pecho.

Se lo que pretende.

Maldito aire del demonio, siempre inoportuno.

Me separo de ella, jadeando; para luego unir nuestras frentes mientras sostengo su rostro, acariciando sus mejillas con mis pulgares.
Puedo escuchar su corazón y está igual que el mío, esta tan acelerado que puede que le de un ataque, la suerte que somos lobos.

-Esto no está bien.- jadea con la respiración agitada.
No sé porque siento que me excito con la sola voz de esta mujer.

-Entonces...¿Por qué se siente tan bien?- pregunto.

Es una pregunta existencial ahora mismo. Ella sabe que tengo razón.

-Sabes que no podemos hacer esto...- dice intentando alejarse de mi pero no quiero, así que no la suelto, no la dejo ir. -Es que...¿Cómo llegamos aquí?- su voz suena desesperada. Podría jurar que está apunto de ponerse a llorar.

Abro los ojos al fin para mirarla y me doy cuenta que estoy en lo correcto.

-¡Shhhh! Calma, lo solucionaremos.- digo intentando calmarla. Últimamente está a sido mi tarea, trasmitirle La Paz y la alegría que ella me trasmite a mi.

No sé qué siento justo ahora; pero estoy malditamente bien con ella.

-¿Cómo? El daño está hecho Aáron- Ya a estas alturas las lágrimas corren por su rostro, logrando desesperarme de una manera masiva.

-No es tu culpa, es mía- intento culparme a mí mismo, porque yo empecé, no quiero que llore.

-Nuestra- corrige fuerte y claro -Yo seguí esto y no sé cómo.- dice quitando mis manos de su rostro separándose de mi.

Veo como se lleva las manos hasta la cabeza, como si intentara convencerse de algo así misma pero no lo logra y cada vez brotan más lágrimas de sus ojos.

-Esto no puede volver a pasar.- sentencia de pronto.

Intento acercarme a ella; es una decisión precipitada. Pero ella se aleja de mi, SE ALEJA DE MI.
Yo no quiero mas que tomarla de los brazos y llevármela para que hablemos con calma, porque a pesar de estar detrás de un árbol pueden vernos discutir y al interpretar todo.

-Paige- digo respirando profundo -Hay que hablar.- respiró de nuevo, intento calmarme. -Algo está pasando entre nosotros y no es normal.-

-¿Y hasta ahora te das cuenta? Esto estuvo mal desde el Puto principio Aáron.- Si llanto me mata. -Aáron, Tenemos mates. Bruno puede hacerte daño por esto...Aáron mis hijos pueden sufrir mucho por esto.- llora.

-No te preocupes...sólo es un beso.- le digo, pero los dos estamos más que claro que no solamente es esto.

Estos días hemos creado un lazo. Por más estúpido que parezca es así y no sé cómo pero no quiero que se aleje.

-Aáron, Jessica.- La escuchó tragar fuerte. -Tú mujer...- susurra lo último. -y Bruno, es mi mate y padre de mis 2 HIJOS AÁRON.- intenta limpiar sus lagrimas pero son demasiadas.

Yo quiero ayudarla.

-¡Lo se!- afirmo.

-¡Lo sabemos! Un beso entre humanos no es nada del otro mundo pero Aáron ¡Joder! La Diosa luna nos dio una pareja eterna para amarla siempre ¿Qué coño pasa por nuestras cabezas?

Todas y cada una de sus palabras tienen razón.

-Necesitamos alejarnos.- Es cuando todos mis sensores vuelven a activarse.
-Alejarnos no es la solución.- digo rápidamente -Es una exageración.-

-No me llames- dice dando un paso atrás.

-No-

-No me mandes mensajes.- dice dando otro paso atrás.

Avanzó hasta ella para sostenerla pero es más rápida.

-No me toques.- dice tratando de calmarse.

-Paige, tenemos que investigar qué pasa.-

-¡No quiero!- dice con rabia. -Dile a Isaac que lleve a Rox a casa. Los muchachos que sigan saliendo, a ti no te quiero cerca.- me dice.

No sé porque la desesperación ahora está en mi pecho. Sé que no puedo detenerla; pero no quiero que se valla.

-Me tengo que ir, tengo que ir con MI MATE con Bruno.- dice dándose la vuelta, dejándome solo en aquel lugar viendo como se aleja.

Miro a mi alrededor viendo si no hay nadie que se haya dado cuenta de lo que ha pasado pero nadie nos mira, así que doy por hecho de que nadie nos ha visto.

-¿Qué demonios pasa?- digo en voz alta, llevándome las manos hasta mi cabello halandolo, estoy lleno de frustración en estos momentos.

Busco mi celular para llamar a Isaac; le dije que me tuve que ir y se lo creyó. El muy ingenuo cree en las coincidencias así que muy emocionado me cuenta que está con Rox.
Me alegra su felicidad pero en estos momentos no tengo cabeza para pensar en nada.
Me entró en lo profundo del parque donde ya no hay nadie y me convierto en lobo, para correr...correr por mi puta vida de mierda que después de ese maldito coma sé a vuelto el decremento mas grande de todo el planeta.

Odio todo esto.

Creo que al final es lo mejor. Quien sabe si Paige tiene razón... está totalmente en lo cierto cuando dijo que teníamos mates. Es en ese momento que recuerdo cuando dije que me arrepentiría de todo esto; el momento ya llegó y ahora me siento de lo peor.

Corro, corro con fuerza intentando olvidar el beso y lo mucho que me gustó, pero pensar en eso es lo último que debo hacer Justo ahora.

Ya no sé qué hacer.
Esto está mal.









Una lectora me dió una idea con un comentario. Así que este capítulo corto de regalo☺️
Espero lo disfruten😂😣 mañana tengo clases a las 8 de la mañana y aquí estoy, escribiendo un corto para ustedes y aún así se quejan.
VOTEN Y COMENTEN todo lo que me desean por este cap tan sad.

Me dicen la rompe corazones 💕🎶🎶🎶

Mi Alpha, Mi HombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora