23.

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Paige






Hace un momento trataba de convencer a Aáron de que me soltara para poder ayudar a Daniel pero he cambiado de opinión y solo quiero que me tome entre sus brazos y que me lleve a casa.

El silencio que estos momentos invade el lugar es totalmente incómodo, lo único que interrumpe el silencio son los sollozos míos y de la desconocida.

Una mujer a la que no conozco está sobre sus rodillas pidiendo a su alfa compasión por una persona a la que no conoce pero que está tan segura de que es su mate. Aáron por otro solo mira a esa mujer y luego dirige su mirada a Daniel gruñendo en el acto.

-¡Aáron!- lo llamó para que dirija su atención a mí. Pero sigue ignorandome. -AÁRON- gritó más fuerte para captar su atención y lo logro.
Quiero acercarme a él pero me percato que aún Cody me tiene sujeta de los brazos impidiendo que haga lo que quiero.

La mirada de Aáron se cruza con la mía, llevando toda su atención en mi. Frunce el ceño al mirar quién es el que me tiene sujeta; Sus ojos se ponen rojos y empieza a gruñir.

Siento como Cody floja su agarre dejándome libre poco a poco. Volteo a mirarlo pero el no me devuelve su mirada porque la tiene hacía abajo en forma de sumisión.

Me vuelvo a ver a Aáron a los ojos quien sigue con los ojos rojos mirando a Cody, quien sigue en la misma posición.

Me encamino hacía Aáron. Mis piernas tiemblan por el nerviosismo. Limpio mis lágrimas y respiro profundo pero no puedo controlar a mi corazón porque mientras me acerco a Aáron acelera aún más.

Nuestras miradas se cruzan.

Puedo ver cómo se tensa ante mi cercanía y me mira expectante.

Cuando al fin estoy de frente a el, nos miramos, todo lo que hace tan sólo segundos estaba al nuestro alrededor desapareció. Es como si todas las personas que existen en el planeta desaparecieran y solo quedáramos nosotros dos. He perdido el hilo de todo. Esos ojos azules me teletransportan a otro mundo con solo mirarme. Me transmiten La Paz y la seguridad que hace tanto no sentía.

No se lo que siento por este hombre pero no quiero que termine.

Permanecimos en la misma posición durante unos segundos hasta que todo lo que está pasando justo ahora vuelve a mi mente de golpe sacándome del paraíso que este hombre puede llevarme con solo mirarme.

Me lanzo a sus brazos a llorar como tenía tanto que no lo hacía. Estoy tan nerviosa, y tengo tanto miedo de que algo malo le pase a Daniel por mi culpa.

Aáron tarda en reaccionar ante mi repentino abrazo, pero luego siento como rodea mi cuerpo con sus fuertes brazos; brindándome una tranquilidad increíble.

-Aáron- sollozo -No le hagas nada ¡Por favor! Le digo apretándolo más a mi -¡No lo soportaré!- solo me abraza
-Solo quiero irme contigo a casa- le susurro. Pero también quiero que Daniel esté bien.

Parece que mis últimas palabras surtieron efecto porque el cuerpo de Aáron se relaja totalmente. Su respiración aún irregular se controla un poco más.

A regaña dientes deja de abrazarme y pone sus manos en mi rostro para mirarme -Si- susurra -¡Vamos a casa!- afirma

Pero no puedo olvidar qué hay una mujer detrás de mi desconsolada y un hombre mal herido por mi culpa. Quiero que todo esto termine. Quiero que todo acabe y que todos estemos bien, quiero acostarme en la cama y aferrarme a este hombre hasta el fin de mis días pero quiero hacerlo con la certeza de que todo aquí y ahora estará bien.

Mi Alpha, Mi HombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora