Mi Alpha, Mi Hombre

34.

¡Hola  bebeses! Siento no haber actualizado antes pero estuve mucho tiempo pensando que iba a hacer además de que es navidad🌚
Cualquier duda a partir de este capítulo será contestada en los siguientes ¡Disfruten!❤️

Aáron

Todavía no supero que me haya dejado convencer de Paige para que le ayudara a hacer el postre. Jamás en toda mi existencia había entrado a la cocina para cocinar, solo iba a abrir la nevera y comerme todo lo que no estuviera dañado o que lo que se calentaba en el microondas.
Soy un Alpha, tengo cosas por las cuales preocuparme y entre esas cosas no están mis habilidades en la cocina; Paige debería de imaginárselo al menos.
Para rematar el dilema antes de que me obligara como muñeco de trapo a hacer esto la he encontrado con Daniel...enserio que no soporto que este cerca de ella por muy mate que Madeline sea de él y aunque se lo que significa un mate para nosotros todavía no me hago a la idea de que él esté cerca de ella, para el colmo viene a cenar.

Salgo de la larga ducha de agua fría  que he venido a darme por culpa de la niña de 19 años que me tiene loco; que se pasó toda la hora meneando el culo por toda la cocina tentándome a cada segundo. Aún no entiendo como es que esta mujer puede ponerme tanto...es una niña aún y yo no la veo así, esto es muy complicado.

Tomo la toalla y la envuelvo en mi cintura. Me acerco al espejo para arreglar mi pelo y mi perfecta barba que tanto amo y que tan bien me queda...
me arreglo como Dios manda. Cuando termino me encamino hacía el closet en busca de algo descente que ponerme; se me hincha el corazón al ver que toda la ropa de Paige está de un lado del closet, que todo esto es de nosotros.
Cuando estoy en medio de la elección de ropa escucho como alguien abre la puerta de pronto. Me pongo en guardia hasta que el aroma de Paige y me relajo...

-Grandulón ¿Dónde estás?- escucho que grita. ¿Cómo me dijo?

Tomo unos Bóxers y me los pongo rápidamente.

-¡Acá muñeca!- escucho cómo avanza desde la cama hasta aquí...miro hacía la entrada mirando cómo está cruzada de brazos apoyándose de la pared; nuestras miradas se cruzan es cuando noto lo cansada que está, se le nota en los ojos.
-¡Aquí estás!- dice con una sonrisa.

-¿Desde cuando me dices Grandulón?- su sonrisa se ensancha mientras tanto yo intento no reír igual que ella.

-Eres un Grandulón- afirma encogiéndose de hombros -Qué no te lo diga es otra cosa.- lleva su dedo índice hacía su boca seductoramente. Mierda.

Me acerco lo más rápido que puedo para abrazarla y que su aroma se traspase a mi piel.
No sé porque cuando me acerco a ella siento el pánico venir a mí de pronto; me pego a su cuello inhalando su aroma hasta la más profundo de mi ser intentando que se quede ahí...este pánico que de pronto a entrado es como si sintiera que algo malo va a pasar o cómo si Paige se fuera a alejar de mi.

Ella me sigue el abrazo pero no me es suficiente y la acerco más a mi. Aprieto mis ojos con fuerza intentando borrar ese pensamiento tan doloroso porque sé que eso no puede pasarme, primero muerto que dejar que alguien la aleje de mi. No sé cómo vivía antes sin estar con ella, la aprieto más a y más a mí como si no fuera lo suficiente sentir en mi piel desnuda y como si intentara convencerme a mí mismo de que ella está aquí para mí.

-¿Aáron?- escucho su melodiosa voz a lo lejos que dice. Pero no abro mis ojos. Me concentro solamente en lo que estoy haciendo y es en mantenerla conmigo pasando por arriba de quien sea. Es MÍA. -Aáron me asfixias- de pronto dice, provocando que abra mis ojos de golpe.
Inmediatamente noto que mi respiración de un momento a otro es irregular.
-Aáron ¿Qué tienes?- intenta separarse de mi para mirarme pero no la dejo. Mis ojos solo miran un punto fijo, intentando calmarm y por eso estos buscan relajarse observando  el piso de madera barnizada.