Mi Alpha, Mi Hombre

61.

Paige

Estoy malditamente desesperada.
Acabo de ver como casi matan a Aáron entre dos lobos lo atacaron.

No sé qué coño hacer. Le he gritado a Bruno de mil maneras, lo he golpeado con todas mis fuerzas y en intentado escapar para ayudar a Aáron.

Entro en pánico con solo imaginarme que a Aáron podría pasarle algo. Mi corazón late mil por hora.

El alma volvió a mi cuerpo cuando vi que llegaron refuerzos para él. Ahora hay una batalla frente a mis ojos, mientras me tienen tomada de los brazos, por Mark, él beta de Bruno.

Me retuerzo incomoda intentando liberarme, pero cada vez aprieta más y más, lastimándome.
Le hecho un vistazo a mis hijos; están dentro del coche.
Desde aquí puedo ver lo nervioso que está mi pobre Esteban.

Intento llamar su atención para sonreírle pero no lo logro. Y creo que lo mejor será que no vea, tengo que parecer otra persona, con los ojos hinchados y toda despeinada por esto.

Solo se escucha los aullidos de dolor y de rabia al atacar de lobos.
Bruno, solo los observa...se nota a leguas que está preocupado, porque sus hombres están callando uno a uno, algo que jamás pensé que vería.

Observo a Bruno por unos segundos notando lo tenso que está, diría que está asustado.

-¡SUÉLTALA!- grita Aáron mirando en mi dirección.
Ya sé ha liberado de los lobos con la que peleaba hace un momento. Ahora viene hacia nosotros.

No había notado que habían más lobos detrás de nosotros, solo me doy cuenta cuando veo que salen a defender a Bruno de Aáron; pero son derribados d inmediato.

Nuestras miradas se encuentran...tiene los ojos rojos, esos ojos que me escanean de arriba a bajo como si estuviera cerciorando de que yo realmente estuviera bien. Me dice tanto con la mirada, es como si su fuerza fuera superior a la de cualquiera, lo peor de todo esto es que no sol yo puedo sentirlo, sino también los otros.

Desde aquí puedo sentir la ira que desprende su cuerpo. Y puedo decir, que siento miedo por Aáron y no por Bruno; ya a estas alturas solo quiero que todo se acabe.

Veo como Aáron vuelve a su forma humana, quedando totalmente desnudo ante los ojos de todo el mundo. Me echaría un buen vistazo de su protuberancia pero no es el momento.

-BRUNOO- escucho que gritaron observándolo.
¡Demonios! Su estruendosa voz hace que hasta el más valiente de los hombres, caiga.

-¡Aquí estoy Aáron Ackerman! Follandome a tu mujer y quitándote a tu hija.- La sonrisa resplandeciente que se planta en la cara de Bruno, luego de su comentario no hace más que confundirme.

¿Qué coño ha dicho? ¿De quién coño habla?

-Juro por Dios, hijo de perra que te voy a matar.- dice con sarna.

-¡Suéltame!- le digo a Mark, removiéndome con rabia.

-¡Suéltala!- Ahora habla Aáron hasta donde estoy. Sus ojos antes eran normales, pero cuando su mirada se posó en nosotros cambió, volviendo a ser roja como hace un momento.

Al parecer la voz de Aáron y sus ojos surgieron efectos en Mark, puesto que de inmediato, como si de una orden de Bruno se tratara la acató de inmediato soltándome; permitiéndome correr hasta donde mis hijos como loca.

-Esteban, amor ¿estás bien?- digo desesperada, viendo si tiene algún daño.
Reviso a mi hija también, pero están bien.

-Mami ¿Qué pasa?- dice Esteban, con los ojos aguados.