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Todo se estaba saliendo de control. Todo lo que había hecho Bruno con tanto esfuerzo se estaba desmoronando lenta y dolorosamente entre sus ojos; todo eso por culpa de Daniel.
Hace dos días lo llamaron de que no lo encontraban, por lo tanto dió la orden de que lo buscaran, que no podía estar lejos. Un humano no puede correr tan rápido, además de que no importara como lo encontraran y si tenían que matarlo en la persecución era aún mejor, estaba harto de Daniel, de sus comentarios sarcásticos acerca de cómo su imperio caería y de como se escaparía y avisaría al verdadero Alpha.

Lo enfurecía que le dijera eso pero estaba seguro de que eso nunca sucedería, porque se suponía qu estaba vigilado las 24 horas 7 días a la semana.

Creía que iba a perder el juicio cuando Mark le avisó que por la ineptitud de algunos de sus soldados él se había escapado. Había logrado su objetivo, lo que le había repetido tantas veces. Para colmo estaba más que seguro que de que había ido hasta Aáron a decirle lo que pasaba. Estaba con Paige en ese momento y no me importó que me escuchara como loco, le prohibí rotundamente salir de este lugar.

No perdió tiempo y decidió llamar a Jessica para alertarla de lo que estaba a punto de suceder. Ella le contestó de lo más tranquila diciendo que Aáron estaba con ella que no se preocupara y quizá logró tranquilizarlo por unos segundo, pero todo eso se fue al diablo cuando pudo escuchar a Aáron que saldría a donde un tal Isaac, lo que hizo que su preocupación aumentara al doble.

'No lo dejes salir' dijo a Jessica pero ella simplemente cerró la llamada.

La abstinencia y el no poder hacer nada sin duda lo estaba volviendo loco. De inmediato llamó a Mark y dio la orden de que tenia que preparar a los hombres en caso de batalla.

Estaba ideando un plan para sacar a Paige y a los niños de allí.
Mientras ella no lo supiera todo seguiría su curso. Estaba seguro de que Paige y Aáron jamás se habían visto por lo tanto el peligro que podría correr el hechizo era casi nulo, solo porque pequeñísimo detalle de que Aáron podría enterarse en cualquier momento y querría venir a hacer algo.

Sacaría a Paige de la ciudad por un tiempo.

Estaba como loco de desesperación así que decidió ir a la habitación a relajarse pero allí estaba Paige hablando por teléfono, lo que hizo que su pulso se acelerara y la única forma que encontró de quitarle el teléfono para que no hablara con nadie del exterior.

Decidí tomarla de las caderas para acercarla a mí y así besarla. Me encendió de inmediato sentir sus labios y su cuerpo pegados al mío, por lo tanto pensó ¿Por que perder más tiempo? Se supone que es mi mujer y no le vendría nada mal follar para relajarse así que decidió ponerse manos a la obra.

No lo pensó dos veces e inició a atacar con ansias el cuerpo de Paige y ella al parecer le gustaba, suponía el. Pero todo se fue a la mierda cuando lo empujó y le negó a entregarle su cuerpo.

El cuerpo que tanto había deseado y había respetado hasta que ella decidiera darme placer cuantas veces yo quiera, por eso decidió tomar a otras mujeres.
¿Pero ahora? Ahora es diferente, ella es mía y quiero marcarla como mía. No dejará que Aáron toque lo que le pertenece.

Todo se tornó negro por la furia cuando Paige lo rechazó. A él...lo había rechazado a él.
Le había gritado en su cara que no quería que la tocara  y eso lo enfureció aún más...esto hizo que notara aún más que definitivamente todo se estaba saliendo de control.

Paige gritó algo de no ganárselo a lo que él contestó lo primero que le vino a la mente. La quería ahí, ahora, en esos minutos. Se supone que Paige es lo único estable en estos momento pero acababa de darse cuenta que la estaba perdiendo hasta a ella.

Mi Alpha, Mi HombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora