4. DETECTIVES: ENCRUCIJADA

1. INTRODUCCIÓN

Estaba agradecido, de verdad que sí. De no haber sido por el ataque de aquel loco maniático, no hubiera logrado llamar aunque sea un poco la atención de Liz.

Se encontraba saliendo del castigo cuando la encontró por el pasillo. Ella seguía un poco molesta por lo ocurrido en Washington, pero después de casi morir, eso había dejado de tener importancia.

Se inició una plática simple, donde ella menciono que lo había visto en las noticias. Todo concluyo con Peter logrando invitarla a ir al baile.

Fue tanta su emoción, que prácticamente salió corriendo de la escuela, ya que el baile era justo ese día.

Deadpool lo observo salir, siguiéndolo por encima de los edificios, tratando de seguirle el paso. Algo no muy difícil si consideraba que ya se sabía el camino de memoria, a causa de todo el tiempo que lo estuvo siguiendo.

El chico es rápido cuando quiere.

Lo más seguro es que huya de nosotros. Razono la otra voz.

Pero no sabe que estamos aquí.

Tal vez nos haya visto.

-Fui muy cuidadoso, siempre lo hemos espiado desde aquí-se defendió el mercenario al escuchar la discusión entre sus voces, dándole un último vistazo al chico antes de que este se perdiera de vista al entrar a su edificio.

Yo digo que deberíamos secuestrarlo, sería más fácil.

Claro, para que vuelva a golpearnos.

No dije que... ¡Terremoto! ¡Terremoto!

Idiota, es el teléfono, está vibrando.

Al darse cuenta de eso, Deadpool saco de su bolsillo su teléfono, revisando a quién pertenecía aquella llamada que venía a interrumpir sus pensamientos.

-puta madre-maldijo al leer el nombre, sin tener grandes deseos de contestar, pero si no quería tenerlo encima, debía hacerlo.

-Wilson-sonó del otro lado, con el hombre realmente enojado.

Deberíamos matarlo mejor a él.

Si lo matamos nadie nos pagaría.

-Deadpool, responde con un demonio-exclamo Isaac con gran molestia, maldiciendo el día que se le ocurrió contratar los servicios del mutante.

-¿Aló?-

-déjate de payasadas, más te vale que ya tengas información sobre Spiderman-

-viste de rojo y azul, mide aproximadamente 1.73 y...-

-¡idiota! Esa fue la descripción que yo te di-

-¡Bueno! Deberías ser más específico con lo que quieres-exclamo exasperado el mercenario-no tengo nada, no lo he visto-repitió, lo mismo que el día anterior y el día antes que ese.

-¿Cómo es que no tienes nada? Tienes una semana siguiéndolo-

-Mmmm ¿desapareció?-puso como excusa, escuchando divertido el gruñido que el otro hombre soltaba.

-Hoy a las 8, donde siempre y más te vale tener algo más que un "desapareció" para entonces-le amenazó Isaac, colgándole casi de inmediato, haciendo que Deadpool resoplara con molestia.

Aquél hombre no se creería por mucho tiempo aquella historia, aunque en su defensa, era cierto que Spiderman estaba desaparecido, ya no había visto a Peter quitarse la ropa de forma sensual antes de enfundarse en aquel apretado traje.