40. ¿A ESO LE LLAMAS BESO?

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John se mantuvo en silencio mientras se movía por la habitación, con Sherlock observando desde la cama, considerando seriamente levantarse y enfrentar al más bajo, pero una mirada de advertencia del doctor lo volvió a dejar plantado en su lugar.

-John-

-¿que planeaban? ¿por que mentirnos?-lo interrumpió-Sherlock ¿por que?-

-Isaac debía ser detenido-

-no acosta de sus vidas-le reclamo John, colocándose a uno de los costados de la cama, desde donde veía a su compañero-no hagas esto de nuevo ¿que acaso no basto con lo de Moriarty?-

-escucha-le pidió el detective-lo que paso no estaba planeado, el solo debía raptar a Holmes-

-¿y como sabían que haría eso?-quiso saber-lo estuve pensando y Burrell solo lo hizo por que sabía que los vengadores ya estaban ayudando a Tony-

-claro que lo sabía-lo interrumpió Sherlock, con aquel tono de obviedad que John no tomo bien.

-¿como?-

-yo envié el mensaje que lo decía-ante sus palabras, John se quedo callado, comenzando a negar, ahora notándose más molesto que nunca.

-¡Sherlock! ¿te das cuenta de lo que causaron con eso? Watson estuvo a punto de perder la cabeza, Tony, incluso yo...-

-¿incluso tú? ¡por favor, John! Si lo último que sentiste al encontrarme fue alivio-le reclamo Sherlock con molestia.

-¡por que eso fue una completa estupidez!-grito John, observando como el detective se arrancaba sin cuidado la aguja en su brazo, mientras se levantaba con brusquedad-¡demonios, Sherlock! Vuelve a la cama en este instante-le grito con furia, inclinandose contra el para mantenerlo en la cama, intentando inmovilizarlo.

Y es que no encontraba como explicarselo, como decirle que aquello no era su culpa, que con la persona que estaba enojado era con él mismo, por no haber notado que estaba en peligro, por haber permitido que Isaac se lo llevara en primer lugar.

Detuvo sus esfuerzos al sentir que Sherlock no se resistia, sino que había aprovechado la cercanía para posar sus labios contra los de él, apenas una mera caricia, sin ningún movimiento.

John se separo un poco, viendo confundido al pelinegro, que igual lo observaba, apenas parpadeando antes de empezar a hablar de forma atropellada.

-he leido que los besos ayudan a disminuir el estres y la tensión,  entre las pare... personas que gustan entre si, sirven como estimulante... lo siento, John-termino por decir, sabiendo que era lo que el doctor quería escuchar, arrepintiendose de haber actuado de aquella forma impulsiva y besarlo.

John lo miro atentamente mientras escuchaba, desviando la vista solo cuando logro comprender lo que pasaba, dandose cuenta de que se encontraba por completo sobre el pelinegro.

-¿un beso?-pregunto después de unos momentos, haciendo crispar aun más los nervios del detective.

-¡si, John! Obviamente, aunque por lo visto a ti no te...-guardo silencio abruptamente cuando sintió de nueva cuenta aquella presión contra sus labios, que se movían de forma experta sobre ellos, empujando e invitándolo a relajarse.

Abrió su boca por reflejo, dejando que el otro entrara en él, disfrutando por una vez de no saber lo que pasaba, sintiendo el cálido tacto de John contra sus mejillas, pues sus manos sostenían su rostro con suavidad.

Dejo sus ojos cerrados brevemente después del beso, como si intentara descubrir en que parte se había llevado a cabo, si en su cabeza o en la realidad.

4. DETECTIVES: ENCRUCIJADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora