14. UN PASEO

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Todos habían ido a sus habitaciones con aire pensativo, incluso a Scott se le había asignado un cuarto mientras estuviera ahí.

Solo Wanda permanecía fuera, perdiéndose entre los recuerdos de los pasillos por los que ahora caminaba.

Recordaba que justo fuera de la oficina que Tony ahora ocupaba, ella y Vision se habían topado con él y con Steve. El androide había pensado que tenían una cita, recordaba que ambos se habían puesto rojos.

Se podía ver el gran cariño que se tenían y ahora todo estaba arruinado.

Estaba por irse cuando escucho ruidos, provenientes de la oficina, por un momento creyó que se trataba del millonario, pero aquel tono de voz no era el de él, sino el de Holmes, según pudo identificar después.

Parecía ser el inicio de una discusión entre él y el abuelo de Steve ¿acaso ellos también tenían problemas entre ellos?

Se acerco de forma involuntaria, sintiendo genuina curiosidad, pues en ellos parecía ver a Tony y a Steve ¿también ellos sentirían algo parecido?

Tal vez habían pasado por una situación similar, tal vez también se habían traicionado.

Y de nuevo estaban esos deseos, esa ganas de querer arreglar las cosas, de ayudar de alguna manera.

Al asomarse por la puerta, pudo ver la expresión de ambos, no hacia falta leer sus mentes para saber que ambos se habían rendido ya, que no habría más palabras entre ellos por esa noche.

Veía que el doctor ya pensaba en retirarse, no podía dejarlo ¿por que no simplemente decía todo lo que daba vueltas en su mente?

Sin siquiera dudarlo, decidió darles un empujón, comenzando a hacer movimientos extraños con sus manos, apenas una brisa que paso a golpear a ambos.

Aunque jamás imaginó que la discusión que llevaban fuera por algo más que la amistad, viendo con sorpresa como casi de inmediato, el doctor se había lanzado a abrazar Holmes.

Tal vez si hacia lo mismo con Tony y Steve, si ambos dejaban caer sus barreras, podrían perdonarse. Pero con ellos había un problema, el millonario le temía al rubio.

Ella también lo haría si hubiera visto caer el escudo hacia ella a toda velocidad.

-Wanda-la llamó alguien a su espalda, haciendola girar de inmediato, asustada por el llamado.

-Vis, me asustaste-dijo recuperando el aliento, sintiendose aliviada al ver que era el androide.

-no puedes estar aquí-

-lo sé, deje que mis pies vagaran un tiempo, hay muchos recuerdos en estos pasillos-contestó ella, un poco apenada al darse cuenta que había sido atrapada espiando a los visitantes de otro tiempo.

Ambos se enontraban hablando a base de susurros, para evitar ser escuchados, aunque Vision no entendía la razón de eso.

-¿y que hacias tú Vis?-

-probablemente lo mismo que tú-respondió el androide, comenzando a caminar, con ella siguiendole-cada noche, suelo dar un paseo por todas las habitaciones, supongo que por algo que ustedes llaman nostalgia-

-antes de venir aquí, caminaba antes de dormir, recordando los buenos tiempos... todo para terminar dandome cuenta que ya no estaba en el mismo lugar, con aquellos pasillo tan diferentes a estos-

-no puedo decir que su presencia aquí es molesta, todos ustedes fueron lo más cercano que tuve desde...-

-desde Tony, por eso lo protejes tanto-advino Wanda.

4. DETECTIVES: ENCRUCIJADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora