4. DETECTIVES: ENCRUCIJADA

66. NO HAY OTRA OPCIÓN

Happy había salido hace 30 minutos en dirección al aeropuerto, mientras que la Señora Hudson no paraba de hablar mientras se movía de un lugar a otro, habiendo logrado preparar una abundante cena, haciéndole parecer a Tony que la tarea de cocinar era solo un juego de niños.

A menos eso era algo que creería de no saber lo difícil que era en realidad, solo asintiendo cuando la mujer termino por salir de la cocina, mencionando algo sobre preparar a los bebés de la casa y que Watson tenía que escuchar algunos de sus consejos para poder alimentaros de forma correcta y cuidarlos.

Igual era una información que el millonario estaba seguro, Holmes terminaría por deducir.

Mientras que, en la sala, Sherlock y Mycroft parecían tener problemas para permanecer en la misma habitación sin pelear, pues si Mike decía algo, el detective lo contradecía y terminaban enfrascados en una acalorada discusión.

Ambos se encontraban sentados, cada uno en un sillón diferente, los cuales se encontraban acomodados de forma perpendicular entre sí, ocupando el lugar a las orillas, de modo que quedaran lo más separados posibles.

John los miraba en silencio, encontrándose de pie a un lado de Sherlock mientras los escuchaba, para después girar el rostro para ver a Tony cuando este llego, cruzándose de brazos.

-¿esto es lo que querías logras?-le cuestiono, arrugando el entrecejo al notar como dejaba salir una suave risa.

-de hecho, ha salido mejor de lo que esperaba-le respondió el millonario, realmente divertido-no será tan incomodo como piensas, solo míralo de esta manera-le sugirió al doctor-conocerás a tus suegros, tendrás todo el apoyo del equipo y Holmes y Watson estarán ahí para darte su apoyo moral-

-¿igual crees que sea buena idea en que los conozcan? ¿Qué eso no sería peligroso?-

-nuestro experto en líneas temporales no está, así que...-

-señor, sus invitados están llegando-le interrumpió Viernes.

-maravilloso ¿y donde están los demás? Ya deberían estar aquí ¿y Peter?-

-ha dicho que no tiene hambre y la señorita Romanoff salió hace varios minutos en dirección al hospital para traer a los niños Barton-

-¿Qué? ¿y Wanda y Visión? ¿Scott?-pregunto el millonario.

-han dado de alta a Hank Pym, por que el señor Lang y la señorita Hope lo han llevado a casa; Visión ahora se encuentra fuera junto con la joven Maximoff, dieron aviso de volver dentro de un par de horas-respondió la I.A.

Tony asintió un tanto pensativo, pues debía recordarse que las heridas seguían frescas, tal vez debió considerar eso antes.

-no fue una mala idea-le dijo el rubio al entrar a la habitación, habiendo logrado escuchar parte de la conversación, acercándose a él y colocando una de sus manos sobre su hombro.

-sí, tienen cosas más... importantes que hacer-susurro el millonario, entendiendo que ellos aún tenían sus propios problemas, que debían poner en orden sus vidas o al menos intentar hacerlo después de todo lo ocurrido.

-¡Sherlock! ¡Mycroft! Nos da mucho gusto encontrarlos aquí-alguien exclamo, con la pareja de recién llegados caminando hasta ambos Holmes, dándole un abrazo a cada uno.

-sí, sí, mama, papá, el doctor John Watson-dijo Sherlock, sin poder fingir que aquello no le estaba resultando un poco incómodo.

-hola-los saludo el doctor.

-querido, mira, un amigo de Sherlock-le dijo la señora Holmes a su esposo, realmente encantada-es un placer, al fin nos presenta formalmente, la vez anterior tuvimos que irnos de forma imprevista-