51. ES UNA ORDEN

863 153 109
                                    

Cuando Steve por fin encontró a Tony, fue en su laboratorio, con el genio atendiendo una llamada que parecía importante.

El millonario no tardo en verlo, haciendo un ademán con la mano para indicarle que pasara.

-aún no he hecho esas llamadas, te recuerdo que tuvimos algunos heridos-decía Tony, con la voz al otro lado gruñendo molesto.

-solo estás perdiendo tiempo, necesitamos ese interrogatorio-le dijo Sherlock malhumorado.

-no estamos seguros de que al menos vaya a decirnos algo ¿y quién lo interrogaría? No confió en los hombres del gobierno y Holmes no se va a acercar a ese psicópata, y aunque yo quisiera respuestas no sabría cómo sacárselas tampoco-

-solo consíguenos un tiempo con Burrell, descubrimos algunas cosas, Sherlock y yo podemos encargarnos-dijo John, pues le había quitado el teléfono al detective al saber que estaba por insultar a su primo.

-¿que descubrieron?-pregunto Steve con curiosidad, con Tony comenzando a reírse de inmediato, sin poder evitarlo.

-pues John descubrió que al final de cuentas, si era gay-exclamo, soltando una carcajada-y Sherlock que no es tan asexual como todos creen-

-no es de tu incumbencia, Stark-

-¿a dónde fueron a descubrir eso? ¿A un motel? Tal vez deba llamar a Mycroft, estoy seguro que querrá saber cómo fue que el dulce Sherly perdió la virginidad-se burló, guardando silencio cuando la llamada se cortó, recibiendo un mensaje pocos segundos después.

"Consigue un interrogatorio, es una orden.

JW."

-¿por qué quieren un interrogatorio?-pregunto el rubio.

-¿quién se cree para darme ordenes? Desde que Sherlock cayó en sus redes está más creído que nunca, tal vez deba separarlos-comenzó a hablar con sigo mismo, pensando en alguna travesura, con Steve negando ante su idea, bastante divertido por aquella rivalidad.

-¿cómo te enteraste que eran pareja?-

-la señora Hudson-respondió Tony de inmediato-me la encontré en el pasillo al venir para acá, estaba muy emocionada, incluso me dijo como se imaginaba la boda y creo que ese será mi regalo para la feliz pareja ¿quién mejor que yo para organizarla?-

-no creo que quieran dejarte, además ¿Qué no dijiste que ibas a separarlos?-dijo el rubio divertido, guardando silencio después de eso, poniéndose serio apenas recordó el motivo de su visita-quiero hablar contigo, Tony, si no estás muy ocupado...-

-¿hablar? Estoy libre ahora, pero no entiendo que hay que hablar, Isaac fue capturado y ahora estamos seguros-acepto el millonario, escondiendo las manos en sus bolsillos mientras se recargaba en una de las mesas a sus espaldas, esperando paciente a que el rubio continuara.

-hice una promesa y quiero cumplirla-dijo Steve, teniendo que aclararse un poco la garganta al sentir que se le iba la voz.

-ooh... eso-susurro el genio, intentando cruzar sus brazos de forma nerviosa, terminando por juguetear con una de sus orejas-mira... no te voy a obligar a irte, esa es una decisión que no me corresponde-

-Tony-

-no, nada de "Tony", no tomare esa decisión-se negó el millonario rotundamente.

No estaba listo, aún no sabía si lo quería en su vida. De hecho, lo quería en su vida, pero no iba a obligar al rubio a quedarse si no lo deseaba y de quedarse ¿podría acaso volver a vivir sabiendo lo inalcanzable que es para él? No estaba dispuesto a volver a caer en esa duda, en la incertidumbre, era algo que después de todo lo que había pasado ya no podría soportarlo.

4. DETECTIVES: ENCRUCIJADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora