57. HUIDA (Parte 4)

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Steve entro rápidamente al cuarto donde tenían a Burrell, con su vista siendo cubierta por la densa neblina en el cuarto, dejando de respirar apenas notó que era un gas para dormir.

Casi tropieza y cae debido al cuerpo de Watson, que se encontraba en el suelo, igual que el de los demás.

Se apresuro a sacarlos rápidamente, para que pudieran tener algo de aire fresco, volviendo a entrar para buscar a Isaac, pateando la silla de ruedas cuando se dio cuenta que no estaba ahí, volteando a ver a su alrededor para tratar de averiguar por donde se había ido, pero no alcanzaba a ver nada.

Eso simplemente no podía estar pasando ¿¡por qué ahora!? Ese maldito no podía solo huir y desaparecer de nuevo ¡No podía!

Tony había terminado por dejar de nuevo a Ross y Strange solos, pues nadie le respondía y comenzaba a preocuparse con Peter ¿y si le habían hecho algo?

Busco entre los pasillos con gran ansiedad, casi dándole un infarto cuando por fin lo encontró.

Se encontraba en el suelo, sentado contra uno de los muros del pasillo, inconsciente.

Reviso su rostro, en busca de sangre, pero no parecía estar herido, solo dormido. Tampoco había señales de algún gas o de algún piquete de la aguja donde se le hubiera administrado el somnífero.

Tomó al chico entre sus brazos como pudo, tratando de regresar con los demás, pero se sorprendió al encontrarlos también inconscientes en el pasillo, haciendo que comenzara a hiperventilar, nervioso al creer que podrían atacarlo ¿Cómo protegería a Peter y los demás?

Soltó un suspiro de alivio casi imperceptible al ver a Steve salir del cuarto, quien apenas miró a quien estaba cargando, se apresuró a llegar a su lado para quitárselo de los brazos.

- ¿también Peter? -le pregunto el rubio, aún mirando dentro del cuarto, como si esperaba que de pronto alguien apareciera, temiendo el peligro aún pudiera estar dentro-Isaac no esta dentro, tampoco vi a nadie más ¡no entiendo cómo pudo haber escapado! -

- tenia una muñeca rota, herida de bala en una pierna y un de flecha en la otra y le faltaba el dedo meñique, así que ALGUIEN tuvo que haber venido por él-exclamo Tony bastante alterado, mientras revisaba el pulso de Holmes y de Sherlock-todos están inconscientes, sea quien sea fue cuidadoso, sabía que no podría con todos, así que los durmió, pero... no, no entiendo ¿Qué clase de plan es este? Conociendo a Burrell al menos hubiera intentado llevarse a alguien o matar a todos, ya no sé-

-¿Dónde están Ross y Strange?-pregunto el rubio, girándose al escuchar pasos, solo viendo como varios agentes se acercaban.

-¿Qué paso? ¿Dónde esta Isaac?-pregunto Everett, mirando con sorpresa a los vengadores inconscientes.

-escapo-respondió Tony, desviando su mirada hacia los muros y el suelo, como si aún tratara de digerirlo-la puerta ¿Cómo la abrieron? ¿Encontraron alguna pista en el centro de control ¿algo? Lo que sea-

-Strange abrí un portal para que pudiéramos cruzar, pero no había nadie además de algunos de los guardias muertos, todos con el cuello roto, la mayoría heridas internas, solo a uno le cortaron la cabeza-respondió el agente, viendo a los dos guardias que habían quedado apostados fuera del cuarto, luego señalándolos-a ellos también solo los durmieron-

-¿y donde esta ahora? Tal vez el pueda seguirlos, hay que ir con él-propuso Steve.

-ya los está persiguiendo, tiene el rastro...-comenzó a explicarles Ross, haciendo una pausa-volvió a viajar en el tiempo, Stephen me pidió les dijera volvieran a la mansión y que... esperaran noticias-

-¿solo eso? ¿Esperar? ¿de nuevo?-se quejó Tony.

-no hay más que hacer ahora así que vuelvan-les ordenó Everett antes de irse.

Steve puso una mano en el hombro del millonario, dándole una sonrisa que intentaba ser tranquilizadora.

-lo vamos a encontrar-le prometió, aunque por dentro lo dudaba ¿Cómo lo harían? Bien ese había sido su escape definitivo para volver a desaparecer después de haber ganado.

* * *

Les tomo varias horas poder despertar, encontrándose aún algo aturdidos por el gas, sufriendo de algunos leves mareos y nauseas.

Watson se había lanzado a abrazar a Holmes apenas fue consiente de lo que ocurrió, pues lo último que recordaba, era haber intentado protegerlo de lo que venía, especialmente cuando lo vio caer al suelo.

John, por otro lado, era el que estaba siendo acaparado por Sherlock, quien no dejaba de observarlo en busca de alguna herida o tallón, solo relajándose cuando sintió las suaves caricias del doctor sobre su cabello.

Peter se había encerrado en su habitación apenas recupero la conciencia, sin que pudieran sacarle al menos una palabra. No parecía molesto, sino más bien pensativo, como si hubiera visto algo antes de caer inconsciente, solo más tarde se enterarón que le había preguntado a Viernes si conocía el paradero de Wade varias veces.

-esta preocupado-le había dicho Steve a Tony-lo que Burrell dijo tal vez lo hizo dudar-

-más le vale a ese idiota que no haya sido verdad, Peter no tendría que estar sufriendo ahora...-

-también de estas culpando a ti, sabes muy bien que nada de lo que dijo es cierto, Pet solo necesita pensar-trato de convencerlo, abrazándolo de forma cariñosa por la espalda, ocultando su rostro en su cuello, sintiendo al castaño estremecerse un poco-¿Qué pasa?-

-tu barba pica-respondió Tony con una débil sonrisa, tomando su mano para que le siguiera-vamos a quitarla, no es por presumir, pero sé mucho sobre barbas-

-ya lo creo, pero ¿mi barba no te gusta? Creí que te gustaba-

-vamos Capitán quejumbroso, que ya había prometido quitártela-insistió el castaño, sintiendo como su cuerpo comenzaba a ceder ante el estrés y la tensión, solo resistiendo a la ansiedad al tener al rubio a su lado.

Mientras que, en otra habitación, Peter se encontraba recostado sobre la cama. Observando el techo embobado, como si fuera lo más interesante que había visto en mucho tiempo.

Trataba de entender lo que había pasado, pero desde su punto de vista, no encontraba una razón valida para lo que había visto y de lo poco que había escuchado.

¿Realmente podía confiar en Wade después de todo? Tal vez no, pero ahora esa respuesta era por completo irrelevante, pues lo hacía y peor aún, lo quería.

Pero se sentía preocupado, tenía miedo que Burrell tuviera razón y que solo haya sido un capricho del mercenario, pero si era así y eso era lo realmente pensaba, entonces ¿Por qué no le había dicho nada a los vengadores?

Muchas ideas fatalistas pasaban por su mente, aumentando aún más su ansiedad, pues a pesar de todas ellas, la respuesta al final siempre era la misma.

"Wade no lo haría".

4. DETECTIVES: ENCRUCIJADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora