81. MAL MOMENTO.

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Espero sentando un par de minutos, sin poder dejar de sonreír mientras miraba la gran vista que el Empire State le daba, observando curioso a la antigua torre vengadores que Tony había vendido hace algunos meses.

Había mucho movimiento, seguramente el nuevo dueño quería hacer uso de las instalaciones cuanto antes, pues por las ventanas ya se podían ver movimiento de equipos, muebles y personas, solo haciéndole falta a Peter poco tiempo para saber que se rebautizaría a la torre con las letras Oscorp.

Miro la hora en su teléfono, preguntándose la razón por la que su novio tardaba tanto, revisando entre los mensajes por si había cometido algún error o había olvidado poner la hora, pero todo estaba ahí, lo único que no estaba era la respuesta de Wade.

Un poco extrañado, decidió redactar un nuevo mensaje, siendo bastante breve, solo para hacerle saber al otro que ya se encontraba esperándolo donde habían quedado, pero por más que estuvo revisando, Deadpool ya no le respondió, tampoco aparecía la marca azul de que había leído el mensaje, o al menos que ya le hubiera llegado.

Terminó por marcarle, pues solo había recibido permiso hasta las cinco y ya que aun debía emprender el regreso a la mansión, tenía que despedirse de Wade al menos una hora antes, pues tendría de visita a una trabajadora social para hacer el papeleo de la adopción, lo que todos esperaban que tomara poco, pues ya no era un niño, no creía que la mujer pudiera encontrar algún inconveniente a que un millonario tomara la tutela de un chico de 18 años, menos cuando ambos ya eran cercanos desde antes.

Miro de nuevo su teléfono, suspirando al ver que ya iban a ser las tres de la tarde y Wade no daba si quiera señales de vida, así que, para pasar el rato, decidió hacer un patrullaje rápido, donde con cada minuto que pasa, menos le costaba creer que su novio realmente lo hubiera dejado plantado.

No encontró muchos problemas en las calles, solo detuvo a un par de ladrones que habían intentado forzar la puerta de un vehículo y salvar a un niño que había cruzado la calle sin mirar, por lo que termino emprendiendo el regreso a su nuevo hogar, bastante malhumorado por aquella cita fallida y más aun por que Wade se lo tomara tan a la ligera, bien sabía que había pedido permiso para verlo y que no lo vería con demasiada frecuencia.

-pudo haber dicho que no si estaba tan ocupado-se dijo a si mismo, pues podía entenderlo, no tenían que estar todo el día juntos, pero que al menos le avisara, no creía estar pidiendo demasiado.


* * *

Busco en su closet por quinta vez, creyendo que tal vez no había buscado bien, pero si antes había sido difícil registrarlo todo, ahora iba a serlo más cuando ya tenía las cosas tiradas en el suelo, formando una pequeña montaña de armas, ropa, dinero y sus calzoncillos, maldiciendo por no saberse de memoria el número de su baby boy.

El mercenario solo había podido rescatar de su antiguo celular el chip, y eso con bastante esfuerzo, pues la compuerta lateral donde se ponía se había quedado atorada, así que tuvo que quitar capa tras capa de celular para no perder aquel número de celular que era lo único que le importaba de aquel aparato y ahora que miraba el dinero que tenía en el suelo, le resultaba más fácil comprar un nuevo celular que seguir buscando la caja de cartón donde tenía varios equipos sin usar.

-joder-gruñó, pues al contar los billetes no le ajustaba para comprar uno, no al menos de forma completamente legal y tampoco se acordaba donde había guardado el resto del dinero, así que volvía a la búsqueda inicial, incluso volteando la cama con tal de buscar en cada rincón, tronando los dedos cuando pudo recordar donde la había puesto, casi corriendo hacia el baño para quitar uno de los azulejos y sacar una de las cajas de municiones, donde apenas estuvo el celular en sus manos, se olvido por completo del resto de cosas que tenía por el suelo.

4. DETECTIVES: ENCRUCIJADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora