4. DETECTIVES: ENCRUCIJADA

2. FUE MI DECISIÓN

Se detuvo breves instantes  antes de tocar, preparándose mentalmente para lo que vería.

Gracias a la señora Hudson, sabía que Watson se encontraba solo, por lo que era el momento perfecto para hablar con aquél idiota.

El doctor no tardó mucho en abrir, haciendo además de cerrar la puerta apenas reconoció a Tony, ejerciendo fuerza para que no entrara.

Creyó triunfar hasta que algo atoro la puerta, impidiendo se cerrara. Tony había puesto su mano recubierta de metal, sin duda el guante que guardaba dentro de su reloj.

-¿Qué haces aquí?-preguntó Watson con molestia al verlo entrar-tengo una cita médica...-

-Ya no se requerirán sus servicios, me asegure personalmente... que su paciente no tuviera perforado el tórax-

-¿tú te inventaste eso?-exigió saber el doctor, dándose cuenta del engaño, soltando con brusquedad su maletín.

-no acostumbro a decirle idiota a las personas, pero creo que con usted doctor, hare una excepción-

-lárguese si no tiene nada importante que decir-

-dejaste a Holmes encerrado....-

-mando a asesina...-

-¿De qué le sirve tener cerebro si no lo usa?-le pregunto Tony con burla-solo piénselo un momento ¿realmente Holmes haría eso?-

-supongo que usted lo sabría-contestó Watson con malhumor-que me lo diga es la parte que no sé-

-ay ignóralo-se dijo el millonario a sí mismo, tratando de no caer en provocaciones-mejor que nadie usted sabe que fue una trampa-

-no lo sé-lo contradijo el doctor, sentándose en uno de los sillones de su sala-me oculto demasiado, parecía estar fuera de control, sus cartas a Lestrade...-

-trataba de salvarlo a usted y a su familia, está pagando muy caro por ello y lo peor de todo es que comenzó a aceptarlo-

-¿hablo con él?-

-la señora Hudson me dijo dónde estaba y lo que había ocurrido... incluso ella sabe que Holmes no haría aquello, lo ejecutaran ¿y usted lo permitirá?-

-la ley...-

-no cometió ningún crimen, tengo las pruebas, los hombres que Holmes envió llegaron con su esposa y créame cuando le digo que ocuparon hasta su último aliento para tratar de protegerla a ella y a sus hijos... su esposa había sido amenazada, matarían a los niños si no obedecía a todo lo que pedían-

-no puede saberlo...-

-ella enveneno a la protección enviada por Holmes, habían sido las primeras ordenes que recibió, un carruaje llegó a media noche, uno que ella debía abordar... fue cuando el veneno comenzó a hacer efecto, y aun así intentaron evitar que ella se fuera, sabían que sería su perdición-le dijo Tony, sin ninguna expresión en su rostro-Sanders... más bien Isaac, estuvo jugando con Holmes como entrenamiento... y a mi parecer logro lo que se propuso-

Watson agacho la mirada, apretando la mandíbula, con una lágrima traicionera escapando de sus ojos.

-la carta que envió Lestrade...-

-también la leí, por eso entiendo que haya pensado eso, parecía que Holmes realmente había planeado aquello y con las mentiras que seguro le dijo... era razonable-camino un par de pasos más hacía el doctor, entregándole un par de papeles-son el resto de los telegramas-

Watson dudo un poco en tomarlas, terminando por agachar más la mirada, sin que sus manos respondieran a sus órdenes.

Tony hizo una ligera mueca, dejando los telegramas sobre la mesa que se encontraba a un lado de donde se encontraba sentado el doctor, regresando sus pasos hasta la salida.