4. DETECTIVES: ENCRUCIJADA

10. HERIDA REABIERTA

Apenas vio a Peter salir del complejo, Tony se concentró en la situación que ahora reclamaba su tiempo, por el momento, el nombre de Isaac Burrell les había dado la posibilidad de una nueva búsqueda además de la oportunidad de llegar al fondo de aquel problema.

Sherlock y John buscaban en las redes, todos aquellos títulos y noticias en los que el nombre de Isaac o su sello, apareciesen para su identificación.

Las pantallas de información habían aparecido por toda la oficina, siendo Holmes el encargado de ordenar el rompecabezas y descubrir el pasado de su acosador.

Aunque trabajaban juntos, se podía notar la tensión e incomodidad que aún tenían Holmes y Watson, pero gracias a que John ya le había advertido a Sherlock que evitara los comentarios inapropiados, era un ambiente bastante soportable.

-Ryan Moore, estudiante estadounidense, estuvo matriculado en la universidad de California, en la facultad de letras y ciencia, pero no completo el primer semestre antes de darse de baja-leyó Watson-a los 18 años-

-con una increible coincidencia con la muerte de Emily Hall, de la misma facultad-completo John.

-es él, su tiempo activo coincide con el periodo entre asesinato y asesinato-

-tenemos sus primeros 18 años de vida ¿que identidad uso despues?-pregunto Holmes.

-Jacob Lee, sospecho, una identidad que uso por cuatro años-respondió Sherlock.

-¿y no hizo nada en ese tiempo?-

-bueno, John, no hubo nada de asesinatos, pero tampoco se mantuvo inactivo, al parecer fue en esta epóca que conocio a Moriarty-

-y es cuando las cosas se ponen peores ¿no? Despues uso la identidad de Frank Sanders, los muertos de aquella universidad en Alemania, mi viaje al pasado y todo lo malo que nos ha ocurrido hasta el momento-resumió Tony.

-no en realidad-lo contradijo Holmes-si esto que estoy leyendo es correcto, y la identificación facial es correcta, tomo cuatro identidades más-

-¿más todavía?-se quejó el millonario-esto es genial-

-son... Stark-se interrumpió el detective del pasado, llamando al millonario al apagarse las luces por breves segundos, parpadeando antes de volver a encenderse por completo, como si nada hubiera pasado.

-¿un ataque?-cuestiono Watson.

-no lo sé, Viernes ¿que ocurre?-llamó el millonario, sin recibir respuesta-traen armas ¿verdad?-

-fuimos por ustedes casi después de nuestra situación en Londres-respondió John.

-asi que no-murmuro Tony, con Holmes negando también, solo Watson parecía no haber olvidado los viejos hábitos. Activo el reloj en su muñeca, esperando que su guante se desplegara por completo antes de hablar-muy bien, haremos esto, Watson y yo los cubriremos-

-¿qué tu no tienes armas aquí, Stark? Se supone que deberías tener-le regaño Sherlock, después de haber revisado los cajones, encontrando solo un teléfono.

-vayan por lo niños y corran hacia el hangar-

-hay que separarnos-observo Watson.

-claro que no-

-claro que si, Sherlock ¡muevete!-lo apuro John-deben tener aquí una armeria ¿no?-

-si, la tenemos pero...-

-nada de peros, Tony, no les dejaremos toda la carga a ustedes-

-ve con Sherlock y los niños-estuvo de acuerdo Watson, dandole su arma a su bisnieto, bajo las miras inconformes de los genios-tomaremos un camino distinto, los veremos en el hangar que menciona Stark-