4. DETECTIVES: ENCRUCIJADA

72. NO SUENA TAN MAL.

Observo su teléfono, con todas esas llamadas perdidas, sin saber si sonreír o sentirse asustado por lo que podría significar. Tal vez se había dejado llevar un poco al besarlo, pero no se arrepentía, al menos no después de haber sentido como le correspondía.

Y por mucho que quisiera ir a verlo, no podía hacerlo, al menos no en esos momentos, que debía hacer caso al deber más que a su corazón, aunque era la tercera vez que Wong lo regañaba por estar distraído.

Según sus palabras, debían encontrarse atentos a cualquier posible efecto que pudiera tener lugar después de aquella intervención en el pasado y era su deber monitorear que la continuidad espacio tiempo no se estuviera fracturando.

Aunque hablando de sus deseos, lo único que quería era volver a ver a Ross, para así aclarar cualquier malentendido y ser claro con él, tal vez pedirle una cita formal y asegurarse que sería algo más parecido a una cena romántica que a una visita a prisión.

-Strange, concéntrate-le regaño Wong, haciendo que el mencionado se girara a verlo de inmediato mientras manipulaba la gema del tiempo.

-estoy concentrado-respondió, borrando la sonrisa que se había formado en su rostro ante los recuerdos, con el hechizo que intentaba aplicar de pronto también desapareciendo y cerrando el ojo de Agamotto.

-es evidente que no-le volvió a reprender su compañero-debes serenar tu mente, cualquier cosa que este pasando en estos momentos por tu cabeza puede esperar, primero debes terminar con lo que intentamos hacer ahora-

-eso... ¿significa que cuando termine podre irme?-pregunto Stephen, mirando como Wong asentía-muy bien, terminemos esto-añadió, de un mejor humor, renunciando por un corto tiempo a la imagen de Ross.

Tomo un poco de aire antes de activar una vez a la reliquia, haciendo algunos movimientos con sus manos al mismo tiempo que sus dedos cambiaban de pose, con algunos círculos color esmeralda pareciendo en el aire para terminar combinándose.

Por una fracción de segundo, Stephen logro ver al tiempo como lo que en realidad era, una dimensión más, una línea que parecía pasarse del espacio para dar lugar al pasado, presente y futuro, todo al mismo tiempo, descubriendo la armonía en el sistema, donde una pequeña fisura en la línea comenzaba a cicatrizar, pasando por los años después del siglo XIX y continuando hasta la eternidad, pareciendo cada vez más insignificante conforme se alejaba, sin detenerse ni sufrir interrupciones de ninguna clase.

Igual que si fueran mapas, el tiempo comenzó a enrollarse sobre si mismo, terminando en una chispa que hizo desaparecer los círculos y resguardo de nuevo la gema.

-Ha sido una suerte que el daño no haya sido grave y que la misma continuidad logro repararse así misma ante la ley de causa y efecto-hablo Wong después de unos segundos, recibiendo en sus manos el ojo una vez que Strange se lo hubo quitado-pero debemos permanecer alertas, pues la tecnología a logrado alcanzar un peligroso poder sobre la tela misma de la existencia, un poder que nadie se encuentra listo para comprender y menos aún de controlar...-continuo mientras dejaba la reliquia en su sitio.

Era preocupante, que existiera la posibilidad de que algo así se pudiera repetir, el hechicero supremo debía prepararse aún más si no quería caer ante alguien que lograra desentrañar los secretos del tiempo para su propio uso antes que ellos.

-¿Strange?-cuestiono al haberse girado y no ver a nadie, buscando por la habitación para darse cuenta del portal que recién se cerraba a unos metros de él, soltando un suspiro ante la impaciencia del hechicero, que se había marchado de inmediato.

* * *

-¿hay información nueva?-

-no señor, a pesar de redoblar esfuerzos y la capacidad de todas nuestras unidades, seguimos sin saber quien es el responsable de la muerte de Isaac Burrell-le respondió su asistente.