78. SOBORNO.

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Peter avanzo a paso lento por los pasillos de la mansión, sintiéndose un poco extraño aun cuando ya los había recorrido antes, pues en ese entonces, apenas si había apreciado el enorme tamaño y los detalles bien cuidados en su aspecto, además de que jamás se le ocurrió que ese podía ser su nuevo hogar.
 
Se detuvo un momento frente a uno
de los grandes ventanales, suspirando con cierta incertidumbre, empañando el
cristal al encontrarse demasiado cerca de él, aun cargando con su maleta,
tomándose su tiempo para ir a su habitación, pues apenas se instalará, sabía
que marcaría un antes y un después en su vida.
 
Era un drástico cambio y le
asustaba hacerlo, era acepta que May y su antigua vida se habían ido, que toda
su rutina cambiaría por completo, y eso le aterraba.
 
-Estaremos aquí por unos días,
estoy seguro que un buen descanso te caerá bien-le dijo Tony, llegando a su
lado, abrazándolo de los hombros-después nos mudaremos a un pequeño sitio en el
centro para que no tengas problemas al ir a la escuela y sigas en contacto con
tus amigos-le explico-mañana comenzare con los trámites de adopción, por ahora
¿tienes hambre? -le pregunto.
 
Peter asintió sonriendo suavemente,
con el millonario correspondiendo el gesto.
 
-entonces ve a dejar tus cosas y
lava tus manos, Steve se ofreció a preparar el desayuno-
 
-muchas gracias, Tony-
 
-ponte cómodo, que después de
desayunar, iremos de compras-le aviso el millonario antes de irse, con una
sonrisa que Peter supo interpretar rápidamente, pues solo podía significar un
gran desembolso de la chequera del genio.
 
Eso le preocupo un poco, pues lo
que menos deseaba, era ocasionarle más gastos a Tony, solo riendo al recordar
lo de la “pequeña zona”, pues por el simple hecho de estar en el centro, sabía
sería bastante caro.
 
El chico avanzo de forma más
decidida hacía su nueva habitación, desechando todos los malos pensamientos,
donde lo único que coloco al llegar, fue una foto donde se podían ver tres
personas.
 
Él se encontraba en el centro, con
unas gafas que por suerte ya no necesitaba, con su tía May a un lado y
abrazándolo, con una figura más grande detrás de ella. Su tío Ben.
 
Miro con cierta nostalgia la foto,
pero era momento de afrontarlo, él era el único de que continuaba, por su mente
pasando el deseo de haberlos tenido más tiempo con él, pero no podía seguir
deprimiéndose, tenía que seguir, como de seguro ellos hubieran deseado.
 
Dejo su maleta intacta sobre la
cama, sentándose en la orilla al recibir un mensaje de su celular, ocultando
una risa al ver de quien era.
 

Pet pay, mi suegro no me dejo pasar :´(
¿y si mejor te escapas conmigo? Tendrías mucho amor a mi
lado \(* - *)/
 

No, Wade, no haré eso
¿y si te veo esta tarde?
 


¿haremos travesuras?
 

tal vez
 

Solo esa respuesta bastó para que Deadpool comenzara a agitar su celular, celebrando, estando seguro de que él
podría convertir ese tal vez en un sí más definitivo que Ryan Reynolds en el
MCU.
 
- ¡hoy toca! -exclamo, realmente
feliz, pues si por él fuera, lo haría todos los días. Comenzó a teclear la respuesta en su celular, deteniéndose cuando sus dedos tocaron el vacío,
mirando como en sus manos ya no tenía nada, mirando a todos lados, desanimándose al ver como todo un rompecabezas de trozos de plástico y vidrio
ya estaba en el suelo-mierda-
 
Bajo de donde se encontraba
sentado, apenas si moviendo con uno de sus pues lo que quedaba del celular.
 
No era un experto, pero esa cosa ya no iba a prender.
 
Peter se quedó unos minutos
esperando su respuesta, un poco extrañado cuando le respondió, especialmente
cuando se trataba de ESE tema.
 
-qué raro-murmuro, enviándole un último mensaje cuando Viernes le notifico que el desayuno estaba listo y para
ser sincero, a pesar de lo grande que era la mansión, perfectamente podía olfatear lo que estaban cocinando.
 

4. DETECTIVES: ENCRUCIJADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora