࿐ ONE SHOTS; DRAGÓN BALL | LIBRO 1

【 Bills 】

Dedicado a: EcoCutie

Narrador Omnisciente

El dios destructor despertó con pereza al escuchar los ruidos provenientes de todas partes de él lugar. Niños gritando, personas hablando y musica que no era de su agrado a un alto volumen.

Gruño con desagrado, saliendo de su cama dispuesto a callarlos a todos. Se vistió y camino en busca de Wiss, notando que su planeta estaba infestado de personas.

Hoy era él día en que sus gemelos cumplían diez años. Ahora ni siquiera podía dormir algunos días sin ser molestado. Estaba harto de esa vida, de las terribles molestias y desastres que causaban esos dos niños en su hermoso planeta. Harto de haberse vuelto tan débil y de haber arruinado toda su fama como él terrible dios de la destrucción.

-Callense todos -grito con todas sus fuerzas al llegar al patio donde estaban todas las personas, haciendo que se formara un completo silencio en él lugar.

-¡Bills! -la chica lo reprendió para acto seguido arrastrarlo hasta su habitación.

-Sulteme mujer -gruño con fastidio, solo eso le faltaba, que ella lo mandara.

-¿Qué rayos te ocurre?

-Estoy harto -aclaró con molestia.

-Tranquilizate Bills iré a traerte algo de comer y cuando te relajes baja a la fiesta -indico ella con una sonrisa comprensiva, entendía que eso de ser padre era nuevo para él y el hecho de hacer la fiesta de sus hijos en su planeta tal vez había sido demasiado, pero lo había hecho de esa manera a petición de los gemelos.

-No lo entiendes -murmuro furioso -Estoy harto de él ruido, estoy harto de los mocosos. Estoy harto de ti, siempre tratas de hacer todo a tu manera sin importarte lo que yo quiera o piense. Todo es tu culpa, ojala nunca hubiese ido a la tierra, ojala nunca te hubiese conocido -expreso furioso -Antes de conocerte mi vida era perfecta, todo era perfecto -murmuro viendo los ojos de la chica cristalizarse por las lágrimas, pero no se disculpo eso era lo que realmente sentía, simplemente odiaba su vida.

Salio de la habitación dejando sola a la joven, se dispuso a buscar a Wiss, encontrandolo en él comedor preparando jugo de naranja.

-¿Ocurre algo señor? -pregunto su asistente al verlo tan molesto.

-Odio en lo que se ha convertido mi vida Wiss -expreso pasando sus manos por su rostro con fastidio -Si tan solo pudiera cambiar él pasado.

-Tal vez pueda hacerlo -murmuro él ángel haciendo aparecer su cetro.

-¿Esta seguro de lo que desea señor? -él dios asintió con emoción, no volvería a cometer él mismo error.

Wiss golpeo el suelo con su cetro dos veces y entonces todo se torno negro. Abrió los ojos con lentitud, soltó un suspiro con fastidio al pensar que solo era un sueño ya que era imposible tener otra oportunidad. Se dejo caer roca tras roca hasta llegar al suelo, tallo sus ojos con sus puños y bostezo, había dormido muy bien. Llego hasta la cocina esperando encontrar a su mujer cocinando y a sus pequeños gemelos causando algún desastre, pero lo único que encontró fue a Wiss preparando un enorme festín.

-Oh señor Bills veo que ya desperto, si gusta puede ir a darse una ducha ya le prepare él baño y después puede sentarse a comer -indico él ángel con una sonrisa.

Una inmensa alegría lleno su ser, había vuelto a tener su tan maravillosa vida.

-Wiss, ¿hemos ido a la tierra? -preguntó para confirmar que esta era su segunda oportunidad.