࿐ ONE SHOTS; DRAGÓN BALL | LIBRO 1

【 Bills 】

♡|Advertencia: smut.

Tu Nombre

Tome un vaso de la cocina y lo llene de agua mientras observaba la hora en mi móvil. 2:16.

—Odio esto —murmure.

Bebí el líquido cristalino y coloque el vaso sobre la mesa. Me pasé las manos por el rostro y suspire.

Si salimos de esta voy a matar a Goku.

Golpe una de las paredes del castillo mientras caminaba a la sala de estar por que estaba demasiado molesta como para volver a dormír y no quería molestar a Bills.

Me senté en uno de los sillones en medio de la obscuridad, abrazando mis piernas y recargando mí cabeza en mis brazos sobre mis rodillas.

No entendía por qué el dios de todo había aceptado hacer un torneo tan estúpido cuando todo parecía estar en paz por una vez en la vida y justo ahora realmente me arrepentia de haber evitado que Vegeta hubiese matado a Goku cuando estuvo bajo la influencia de Babidi.

Me mordi el labio inferior para no soltarme a llorar.

Mi vida por fin estaba siendo lo que siempre había deseado. Tenía dos hermosos sobrinos y mi relación con el dios destructor estaba de maravilla, pero las cosas buenas jamas duran en mi vida. Tal vez es alguna clase de castigo por toda la sangre inocente que derrame cuando conquistaba planetas para esa lagartija.

Apreté los labios, las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos y a resbalar por mis mejillas.

Estupida vida.

La luz de la cocina se encendió mostrando al dios destructor que aún parecía algo adormilado. Sin embargo cuando me escucho sollozar se acerco rápidamente para ver que sucedía.

—¿Estas bien? —preguntó sentandose junto a mi, acunando mi mejilla con su mano.

Negué y enseguida me senté sobre él, abrazando su cuello con mis brazos.

—¿Qué pasará si perdemos?

Suspiro con cierta impotencia.

—Ya lo sabes. Si perdemos no habrá nada más que podamos hacer.

Sujeto mi cintura y me apretó contra su cuerpo. Jadee sorprendida levantando la vista para ver sus ojos. Limpio mis lágrimas y después beso cortamente mis labios.

—Te amo —confesó.

Abri mi boca sorprendida pues realmente no estaba preparada para que él dijera tal cosa. Era un dios destructor y yo era una sayajin, ambos eramos poco sentimentales y muy orgullosos. La única diferencia en este momento es que al día siguiente nuestra existencia correría peligro.

Me incline hacia el frente volviendo a unir nuestros labios en un beso. Un beso en el que su lengua colonizo mi boca mientras bajaba sus manos para apretar mis glúteos.

—Te amo, Bills —Jadee contra su boca.

No era ninguna sorpresa que hubiese terminado desgarrando mi pijama, ni que en solo algunos segundos ya estuviéramos haciendo el amor sobre el sillón.

Me sujete de sus hombros mientras él me embestia de una manera firme pero tranquila, como si quisiera guardar cada uno de mis gemidos en su mente. Sus caricias en mi cintura y en mis pechos eran más delicadas que la última vez, quizá por que esta vez todo era completamente diferente.

Volvió a besarme mientras aumentaba el ritmo, moviendo sus caderas con una rapidez digna de un dios.

—¡Cielos! —exclame, mordiendo la piel de su hombro para callar mis gritos.

Gruño, sujetando con fuerza mis caderas cuando se corrió dentro de mi. Siguió moviéndose hasta que el orgasmo azotó mi cuerpo de una manera sumamente placentera. Su cuerpo se acomodo sobre el mio para descansar cuando salió de mi.

—Si morimos mañana —Empecé a hablar, acariciando su espalda con mis dedos. —Puedo asegurar que esto es lo que más voy a extrañar.

Sonrió empezando a besar mi cuello, dejando algunas marcas que aún seguirían en mi cuerpo al día siguiente. Levante su rostro y bese sus labios.

—Estoy seguro de que ganaremos ese torneo.