࿐ ONE SHOTS; DRAGÓN BALL | LIBRO 1

【 Whis 】

Narrador Omnisciente

—¿Dónde está _______?

La pregunta salió de los labios del ángel hacia la mujer de cabellos azules sin ninguna clase de educación.

—Oh  —Bulma se llevó una mano a la boca mientras abría los ojos sorprendida. —Crei que ya lo sabías.

—¿Saber qué exactamente? —indago de nuevo con un tono molesto.

—Que ella fue a un planeta extraño a ver flores con Shin. Se llamaba... —murmuró tratando de recordar, sujetando su mentón con sus dedos. —Mmm, francamente no lo recuerdo.

Él peli-blanco bufó molesto. Esta era la quinta vez que sabía que su novia estaba en algun planeta desconocido, sola con ese kaio-shin. Eso no le agradaba en absoluto.

Sin meditarlo demasiado camino hacia el sayajin de cabello en forma de palmera y lo sujeto del hombro, ordenandole con un tono frío que lo llevará a donde estuviera ________.

—¿__________? —cuestiono el peli-negro con una mueca mientras colocaba dos dedos sobre su frente. —No puedo sentir su ki, señor Whis.

El nombrado justo ahora estaba tan molesto, que no lo medito demasiado antes de golpear su báculo contra él suelo para volver al planeta de Bills.

Whis estaba celoso de Shin. Demasiado celoso.

La chica de cabellos castaños llegó al planeta del dios de la destrucción junto a kaio-shin mientras ambos aún reían de algo que había pasado unos minutos atrás. El de tez morada tenía las mejillas sonrojadas y parecía algo avergonzado también pues el tema de su enamoramiento con la kaio-shin del tiempo era algo con lo que _________ amaba molestarlo.

—Bueno, Shin —comentó ella cuando pudo dejar de reír. —Nos vemos después, cuidate.

Ella se dio media vuelta y apretó un poco el ramo de flores que tenía entre sus manos mientras caminaba hacia dentro del palacio de Bills. Una sonrisa adornaba sus labios, estaba tan emocionada.

—¿Dónde estabas? —el tono en el que Whis le habló logró hacerla saltar en su lugar y detener su andar.

Sus miradas se cruzaron en medio del pasillo que llevaba a la cocina y a pesar del reciente susto ella corrió a abrazarlo, cuidando que las flores no se arruinaran.

Él no correspondió el gesto sino que la apartó molesto, y volvió a preguntarle donde estaba. Whis podía ser bueno y amable pero también era muy celoso.

—Estaba con Shin —respondió por fin en un tono molesto, tomando la mano del ángel y obligándolo a tomar el ramo de flores. —Te traje flores por que dijiste que te encantaban. Creí... creí que sería lindo por que hoy es el aniversario de cuando nos conocimos.

La dulce voz de la chica se corto entrecorto por que estaba molesta y frustrada. Las lágrimas estaban a punto de salir de sus ojos. Whis en cambio desvío la mirada hacia las hermosas flores de color azul que brillaban irradiando un delicioso perfume que enseguida adoro.

—Lo siento —musito el ángel con dulzura mientras se acercaba lo suficiente hacia ella para abrazarla. —Yo ni siquiera lo recordaba —murmuró avergonzado haciéndola reír un poco. —Es sólo que estoy muy celoso de tu relación con ese kaio-shin.

La castaña abrazo al albino con dulzura mientras se acurrucaba en su pecho antes de responder:

—No tienes por qué estar celoso —aseguró. —Sólo estoy ayudando a Shin en su vida amorosa. ¡Por Dios! Jamás te cambiaría por nadie mi ángel.

Y eso. Eso termino por hacer sonreír a Whis pues sólo necesitaba oír eso de los labios de la mujer que amaba para creerlo.