ONE SHOTS DE DRAGÓN BALL | ❝Sólo entra y escapa un poco de la aburrida realidad.❞
✗ One Shots, (puede que la continuación de alguno de estos shots este en el libro número 2).
✗ Tú eres la protagonista, (o es Rayita, si lo prefieres).
✗ Puede contene...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
♡|Advertencia: smut. ♡|Advertencia 2.0: rayito.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narrador Omnisciente
—¡Bulma, Bulma! —grito el sayajin caminando por el pasillo en dirección al laboratorio en donde ambos Brief solían pasar gran parte de su tiempo.
Estaba buscandola desde hace algunos minutos y no la encontraba por ningún lado. Ni la encontraría por que ella había salido hace algunas horas y el único que estaba en casa era su hermano ________.
—¿Dónde se habra metido esa estúpida terrícola?
Él rubio rodó los ojos fastidiado mientras salía del laboratorio para ir a callar al peli-flama. No podía seguir trabajando con tanto ruido.
—Puedes cerrar la boca, idiota —habló molesto, sujetando su bata blanca con sus manos tratando de tranquilizarme. —Estoy trabajando en algo y necesito silencio.
—¿Dónde está Bulma? —inquirió, ignorando por completo la petición del humano frente a él.
________ suspiro tratando de tranquilizarse, recriminandose por milésima vez que jamás debió permitir que ese estúpido y maleducado sayajin se quedara en su casa.
—¿¡Acaso no me escuchaste idiota!? Te dije que guardarlas silencio —hablo molesto. —Bulma salió hace un par de horas con su novio.
—Tks —gruño el sayajin, tomando la mano del rubio para evitar que volviera a encerrarse en esa enorme habitación. —Necesitaba que tu hermana arreglará los robots... pero ya que no está tu deberías arreglarlos, eres como ella pero en hombre.
Él chico de ojos azules alzó sus cejas ofendido. Él no era la versión de Bulma en hombre, no. Ellos eran completamente diferentes.
—Te equivocas, estúpido simio —gruño, safandose de su agarre y mirándolo con rabia. —Yo no soy tan ingenuo como mi hermana. Así que si quieres arreglar tus robots espera que ella regrese o hazlo tu mismo. No soy tu estúpido sirviente, principito sin reino —finalizó antes de entrar de vuelta en el laboratorio y cerrar la puerta fuertemente.
