ONE SHOTS DE DRAGÓN BALL | ❝Sólo entra y escapa un poco de la aburrida realidad.❞
✗ One Shots, (puede que la continuación de alguno de estos shots este en el libro número 2).
✗ Tú eres la protagonista, (o es Rayita, si lo prefieres).
✗ Puede contene...
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Tu Nombre
Termine de reír, recargandome ligeramente en el encantador ángel que estaba junto a mí comiendo un poco de helado de limón.
—Debió ser realmente adorable cuidar al señor Bills cuando era un bebé, ¿verdad? —musite emocionada.
La pequeña y divertida película proyectada por el cetro del ángel (sobre el dios destructor cuando era pequeño) terminó, junto a la cálida y típica risa de Whis.
—Así es, señorita _______ —respondió. Recargue mi cabeza en su hombro mientras seguíamos sentados sobre el sofá y encendí el televisor para ver algo en Netflix. —Es increíble que hayamos traído todas estas cosas al planeta del señor Bills.
—Lo sé —musite, llevando una cucharada de helado a mi boca mientras ponía Teen Wolf. —Mamá se esforzó demasiado para poner internet en este planeta.
Whis me dedico una pequeña sonrisa que correspondí enseguida. Unos minutos después el hijo menor de Goku, mi novio, entró en la sala de estar con una mueca en los labios.
—¿Qué haces aquí, _________?
Su mano tiro de mi brazo derecho apartandome del peli-blanco, tirando mi vasito con helado al suelo en el proceso.
—¡No! —mi grito dramático y mi fingido llanto no hizo que Goten dejara de arrastrarme a través del palacio de Bills.
Su agarre se hizo un poco más fuerte lastimandome un poco, algo que seguramente dejaría un hematoma por el cual mi padre preguntaría.
—Goten... ¡Goten! —le llamé pero parecía demasiado cegado por un enojo del cual no entendía la razón.
Cuando pasamos por el comedor me solté de su agarre, él se giro a verme enseguida y aunque quería reñirle el como me había tratado me fue imposible al ver el decaído semblante de su rostro.
No tarde más de dos segundos en lanzarme a abrazarlo, sin entender la razón de su extraña tristeza.
—¿Qué pasó, mi amor? -—acune su rostro entre mis manos y dejé un pequeño besito sobre sus labios. —¿Estas bien?
Pero él no respondió, simplemente me apretó contra su cuerpo.
—Es que... Trunks... Yo no... —empezó a balbucear un montón de palabras que no entendí. —Te amo.
—Yo también te amo, pero necesito saber que sucede, Goten.
Tomo mis manos entre las suyas mientras fijaba sus ojos en los míos.
—¿Te gusta, Whis?
Una sonora carcajada salió de mis labios.
—¿Qué? —reí, eso era lo más absurdo que había escuchado en mi vida. —¡Por supuesto que no, Goten! ¡Cielos, no!
Me acerque al peli-negro. Coloque mis manos sobre su pecho y me levante de puntitas para besarlo suavemente.
—Y a todo esto... ¿de dónde sacaste esa idea tan estúpida?
Su mano acaricio mi cintura por debajo de mi blusa mientras una mueca surcaba sus labios.
—Trunks dijo que estaba seguro de que ibas a terminar conmigo por que estabas enamorada de Whis.
Su tono apenado me hizo saber que estaba arrepentido pero yo no podía estar más enojada. Solté a Goten y me di vuelta, encaminando mis pasos de vuelta a la sala de estar donde se encontraba el ángel.
—¡Whis, necesito que me lleves a la tierra para matar a mi hermano! —canté con voz risueña.
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