ONE SHOTS DE DRAGÓN BALL | ❝Sólo entra y escapa un poco de la aburrida realidad.❞
✗ One Shots, (puede que la continuación de alguno de estos shots este en el libro número 2).
✗ Tú eres la protagonista, (o es Rayita, si lo prefieres).
✗ Puede contene...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tu Nombre
Suspire frustrada. Llevaba buscando una cosa en específico desde hace algunas horas y no había logrado hallarla por ningún lado. La idea de irme del centro comercial y no regalarle nada a mi hermano este año parecía tentadora.
Pero no podía.
Me abofetee mentalmente y me levanté de la banca para seguir buscando. Hace unos meses él me había regalado un precioso vestido que me había fascinado y que aunque ahorré no pude comprarme por mi misma pero que que el me obsequió aún cuando creí que hasta había olvidado que era mi cumpleaños.
Ahora yo no podía fallarle.
Caminé hasta encontrar otra tienda de ropa de la marca favorita de mi hermano, en donde entre para empezar a buscar.
Después de algunos minutos por fin la hallé. Era una chaqueta de mezclilla color azul obscuro con un estampado del número 17 en la parte de la espalda. Eso era lo que Percy tanto quería y que me había hecho prometer que le compraría. Por lo que pude ver era la última y era mia.
Sonrei y estire mi mano para tomarla pero antes de que pudiera hacerlo otra mano la tomó.
-¡Hey! -me queje caminando detrás del sujeto pero el pareció ignorarme.
Continuo caminando en dirección a caja para pagar la prenda sin tenerme ninguna consideración pero no lo permitiría. Me puse en su camino y coloque una mano sobre su pecho para detener su andar.
Él me observo arqueado una ceja, divertido con la situación. Aparte mi mano sonrojada y finalmente repare en lo apuesto que era. En lo personal jamás había sido de mi gusto que los hombres tuvieran el cabello largo pero al hombre frente a mí parecía quedarle de manera sublime.
Los rasgos delicados, perfectos más bien, de su rostro me robaron el aliento. Su bonita sonrisa me hizo sonreír también y juro que hasta olvidé como respirar cuando sus ojos azules se conectaron con los míos.
Conclusión.
El desconocido que tomó la chaqueta que yo iba a comprar era sumamente hermoso. Suspire encantada, ensanchando su preciosa sonrisa.
¿Cómo era posible que hubiera tanta belleza en una sola persona? Me pregunté. Estando segura de que una sonrisa estúpida estaba surcando mis labios haciendo ver patética. Cuando por fin reaccione. Fruci el seño al recordar cual era el problema que tenía con el lindo sujeto de cabello negro.
-¿Necesitas algo?
¡Cielos, hasta su voz era perfecta!
Afirme con la cabeza. Me aclare la garganta para no balbucear y respondí:
-Yo iba a comprar esa chaqueta.
Señale la prenda que sostenía sin ningún cuidado en su mano derecha. Le dio una breve mirada a la chaqueta antes de volver a verme.
