࿐ ONE SHOTS; DRAGÓN BALL | LIBRO 1

【 Yamcha 】

Tu Nombre

Observe a mi novio lanzar la pelota de béisbol mientras sonreía. El era un gran jugador. Claro que la idea de saber que la despampanante mujer de cabello azul que estaba junto a mí era una de las ex de Yamcha me incomodaba un poco.

Pero cuando él volteo a vernos y sonrió, no para mi sino para Bulma, me sentí por completo como un sobrante. Me sentí fuera de lugar, por lo que tomé mi bolso y me disculpe con las mujeres que estaban sentadas en la banca junto a mí antes de tomar rumbo de vuelta a mi trabajo.

Finalmente, Yamcha no parecia necesitarme en el público cuando tenía a la gran Bulma Brief apoyandolo.

Había pasado poco más de una semana desde el partido de béisbol del que me había ido sin despedirme. Desde entonces había estado evitando a Yamcha poniendo la excusa de que tenía mucho trabajo. No le había permitido que me molestara en el despacho de abogados y por lo regular no contestaba sus llamadas ni sus mensajes.

Justo ahora estaba conduciendo de vuelta a mi casa después de un largo día en el tribunal defendiendo a un hombre que estaba segura que no era del todo inocente. Al doblar en la calle que estaba mi cabeza alcance a ver al peli-negro parado frente a mí casa tocando desesperadamente la puerta. Pensé en pasar de largo y volver más tarde pero no pude completar mi huida por que el me miro.

Estacione el auto y baje del mismo, pasando al lado del hombre de ojos negros sin tomarle demasiada importancia. Aunque me detuve cuando su mano sujeto mi muñeca con un poco de fuerza.

—¿Qué es lo que pasa contigo? —negué con la cabeza sin estar dispuesta a darme la vuelta para verlo. —No respondes mis mensajes ni mis llamadas y has estado evitandome. ¿Qué sucede?

—No lo sé —mentí.

¿Qué se suponía que le dijera? Estoy celosa de Bulma y sentí que estaba de sobra cuando vi como la mirabas. No, por supuesto que no.

Se coloco frente a mí sin soltar mi mano. Sus dedos se entrelazaron con los míos y su otra mano acuno mi mejilla..

—Te fuiste sin siquiera despedirte.

—Tenia mucho trabajo —murmure. —Me llamaron y tuve que ir.

—Sabes que odio cuando me mientes —gruñó, apretando un poco mi mano y mirándome dolido. —¿Qué fue lo que pasó? ¿Bulma te hizo algo?

—No —negué de inmediato. —Es sólo que creí que ibas a sonreírme a mí y no a ella. No me hagas mucho caso, creo que estoy siendo una maldita celosa y algo paranoica pero... es que... ella es demasiado hermosa.

—Bulma es muy hermosa —confirmó y eso me hizo alejar mi mano de la suya con rabia. ¿Acaso no veía que estaba sintiendome poca cosa al lado de su ex? Bufé molesta y quite su mano de mi mejilla.

—Bien, si sólo viniste a confirmar lo obvio será mejor que te vallas, Yamcha.

Su cálida risa llegó a mis oídos haciéndome sentir más molesta de lo que ya estaba. En cuanto me gire una de sus manos sujeto mi brazo tirando de mi hasta hacerme chocar contra su pecho y antes de que pudiera apartarme de él, sujeto mi mentón y me acerco a su rostro besandome con dulzura.

Suspire contra sus labios sintiendome un poco tonta por no poder estar molesta con él y tratarlo de la manera en la que se merecía.

—Sonreí hacia Bulma por que me recriminó que la tratará de manera tan fría —habló en cuanto dejó de besarme, alejándose un poco de mi rostro para poder fijar sus ojos en los míos. —Creo que ella es quien estaba celosa de que toda mi atención estuviera centrada en ti —sus dedos acariciaron mi mejilla mientras sonreía. —Y tal vez también estaba celosa de que seas tan, pero tan hermosa.

Sonríe y me lance sobre él rodeando su cuello con mis brazos siendo correspondida casi al instante. Mis pies estaban flotando ya que el estaba abrazando mi cintura y su rostro se hundió en mi cuello haciendome sonreír.

—Te amo, Yamcha.

—También te amo, preciosa.