【 Korn 】

1.6K 138 18
                                    

Tu Nombre

—Necesito que hablemos, Korn —pedí caminando detrás de él.

Lo seguí hasta llegar a la enorme cocina. Suspiró al detenerse, girando a verme de manera molesta.

—Ahora estoy ocupado, necesito cocinar algo para Jerez.

Rodé los ojos con evidente molestia al escucharlo nombrarla por enésima vez en los últimos quince minutos. Enseguida empezó a cocinar volviendo a ignorar mi presencia. Tal como había hecho desde hace un par de semanas.

—¡Necesito que hablemos Korn! —gruñi sujetando su brazo obligándolo a prestarme atención.

—Cuando tenga tiempo para ti, iré a verte —respondió con simpleza.

Hice una mueca al escucharlo hablar, al darme cuenta lo poco que le importaba.

—Es algo urgente —reitere mirándolo.

Se cruzó de brazos y me dedico una molesta mirada.

—Habla, ¿qué es lo que quieres?

Su irónico y fastidioso tono logró estrujar mi corazón. Traté de tranquilizarme para no comenzar a llorar.

—¡Korn, tengo hambre! —exclamó la diosa destructora desde el comedor, con ese tono caprichoso que yo tanto odiaba.

—No tengo tiempo para tonterías _________.

—Siempre que se trata de mi son solo tonterías, pero todo lo que ella necesite siempre es una prioridad.

—Ella es mi responsabilidad —explicó volviendo su atención al platillo que está preparando. —Tú no lo eres. Necesitas entenderlo.

Respiré hondo al escucharlo, cubriendo mi boca con mi mano para no sollozar.

—No te preocupes Korn, estoy segura que ya lo entendí —susurre, mostrándome fuerte ante la situación.

•••

—¿Estas bien __________?

Preguntó Cus, colocando un pedazo de pastel sobre la mesa, justo frente a mi. Negué tomando el tenedor para empezar a comer el postre sabiendo que eso me haria sentir mejor.

—Fue Korn otra vez, ¿verdad?

Mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas cuando lo mencionó y un sollozo terminó por abandonar mi boca cuando ella me abrazó.

—Ni siquiera entiendo porque sigues con él, es un completo idiota —comentó haciéndome reír.

–Estoy bien Cus, ya se me pasará —confirmé, volviendo a comer el pastel.

—Termina tu pastel, iré a traer algo para alegrarte —ordenó antes de abandonar la estancia, y seguramente, también el planeta.

•••

—¡Despierta bella durmiente, ya llegamos!

Levanté mi cabeza de la mesa al escuchar la inconfundible voz de mi asistente. Frote mis ojos de manera somnolienta, bostezando más de una vez.

—A pesar de haber llorado tanto sigues viéndote preciosa.

Desperté totalmente al reconocer esa voz, sabiendo de inmediato que se trata de Zamasu.

—¡Oh por Dios! —exclame lanzándome a sus brazos siendo recibida por él de una manera sumamente cariñosa. —Te extrañaba tanto.

Su cálida risa logró hacerme sonreír de manera sincera después de mucho tiempo.

࿐ ONE SHOTS; DRAGÓN BALL | LIBRO 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora