࿐ ONE SHOTS; DRAGÓN BALL | LIBRO 1

【 Bills 】

Tu Nombre

—Estúpido Bills —murmuré por lo bajo cuando después de estarlo buscando por algunos minutos finalmente lo encontré platicando con Jerez.

Estábamos en una pequeña reunión que el tierno dios de todo había ordenado, a la que Bills me había obligado a asistir por ser su esposa y por que no quería dejarme sola con Wiss.

Tome otro sorbo de mi copa mientras me alejaba de ambos dioses destructores molesta. Si, definitivamente estaba algo celosa de la hermosa diosa. Pero mis celos eran entendibles, ella era una diosa y yo, yo sólo era una humana que había llamado la atención de Bills por saber cocinar.

Bufé y sin percatarme demasiado de por donde caminaba termine chocando contra la asistente de Champa.

—Dios, lo siento tanto —ella me sonrió para tranquilizarme antes de hacer desaparecer la mancha de vino de su vestido en un abrir y cerrar de ojos.

—No se preocupe, no fue tan malo.

Suspire contenta de no haberle arruinado la noche a la agradable hermana de Wiss.

—¡Vados! —la voz del hermano de mi esposo llegó a nuestros oídos haciéndonos sobresaltar.

—No hay por qué gritar señor Champa, me encuentro justo delante de usted.

—Eso no importa, deja de platicar y ve a buscarme algo de comer —bufé por la forma en la que le habló, ese tono irritante y mandon hacia que realmente deseara golpearlo.

Aunque su engreida postura cambió cuando me vio a una llena de asombro.

—________ —su tono sorprendido me sorprendió lo cual fue muy irónico. —No estába enterado de que ibas a venir.

Me encogi de hombros mientras bebía el contenido restante de mi copa.

—Fue algo inesperado para mi también —aclare con simpleza. —Bills me aviso hace apenas unas horas antes de venir.

Vados se alejo de nosotros cuando divisó algo a la distancia a lo cual no le tome demasiada importancia.

—Entiendo —murmuró. Se acerco un poco más a mí y yo me aleje de manera disimulada hacia la mesa de bocadillos. —Y, ¿cómo estás? ¿Todo bien con el fastidioso de Bills?

Sólo habría querido que no mencionara a ese idiota que me había dejado sola por irse con la tal Jerez que yo no conocía pero ya no me agradaba.

—Bien, aunque quisiera que mi esposo dejara de hablarme sobre "la increíble diosa del universo dos" —ironice haciéndolo reír. —¿Qué es tan divertido?

—Tú —eleve una ceja confundida que lo hizo continuar hablando. —Te ves linda cuando estás celosa.

Y ahí estaba ese sonrojo haciendose presente en mis mejillas el cual trate de ocultar al colocar un mechón de mi cabello detrás de mi oreja pero el pareció no entender mi incomodidad pues se acerco un poco más a mí hasta que una de sus manos se rozó con la mía.

Estaba justo al lado de mí y yo no sabía como salir de todo eso, lo cual ni siquiera sabía que era pero como caído del cielo uno de los brazos de Bills rodeó mi cintura alejandome de Champa.

—Hasta que por fin te encuentro, creí que habías ido sólo por más vino —murmuró lo suficientemente alto como para que su hermano pudiera escucharlo. —Creí que él no te agradaba.

—Por supuesto que si —respondí. Tampoco quería ser grosera. —¿Cómo no iba a agradarme mi cuñado?

Mis palabras no parecieron gustarle al dios destructor del universo seis por que enseguida se alejo de nosotros sin siquiera despedirse. Me gire para estar de frente a mi esposo y poder besarlo en los labios para tranquilizar sus celos.

—¿Celoso del adorable gatito que tienes por hermano? —pregunte divertida, mis brazos abrazaron su cuello y los suyos rodearon mi cintura acercándome a su cuerpo.

—Sólo si vuelves a llamarlo "adorable gatito".

—Por supuesto "adorable gatito que tengo por esposo" —sonreí.