࿐ ONE SHOTS; DRAGÓN BALL | LIBRO 1

【 Daishikan 】

Dedicado a: SofiaCarrera3

Tu Nombre

-Esto sabe delicioso -expresa Daishikan después de probar él pastel de chocolate -Cocinas excelente -agrega tomando la jarra entre sus manos para llevarla al comedor.

Hacia dos horas que había despertado, después de bañarme decidí ayudarle a Daishikan a preparar él desayuno. Él siempre alagaba mi comida, tenia razón cocinaba delicioso. Deja la jarra y él pastel sobre la mesa, da vuelta sobre sus talones y choca conmigo. Se tambalea y cae al piso de espaldas, conmigo sobre él y suelto una risita.

-Lo siento -me disculpo mientras él calor se agolpaba en mis mejillas tornándolas rojas.

-Fue mi culpa -musita sonrojado.

Se ve muy tierno, dejo un beso en su mejilla y me dispongo a pararme.

-¿_______? -pregunta Zeno-Sama desde él umbral de la puerta.

Me levanto rápidamente de encima de él supremo sacerdote y me acerco al tierno rey de todo.

-¿Qué tal amaneciste? -me acerco a él y dejo un corto beso en su mejilla.

Se pasa él brazo por donde lo bese como si se limpiara y hace una mueca de disgusto. Frunzo él seño y doy media vuelta para volver a la cocina. En ocasiones se comportaba como un niño.

-¿Qué hacían? -interroga tomandome del brazo evitando mi huida.

Suelto mi brazo de su brusco agarre y me coloco frente a Daishikan.

-¿Podrías dejarnos solos?, por favor -pido con amabilidad asiente en respuesta regalándome una pequeña sonrisa, correspondo al gesto de la misma manera y volteo a encarar a Zeno-Sama.

-¿En verdad? -cuestiono hacia él dios.

-¿Qué?

-En verdad estas celoso de Daishikan -asiente y se acerca a mi -Por favor amor, sabes que no te cambiaría por nadie -explico acercándome a él.

Dejo un casto beso en sus labios y le sonrió. Suelta un pequeño suspiro y entrelaza nuestras manos.

-Lo siento -se disculpa, asiento en respuesta -Tu ropa -me regaña, le sonrió con inocencia y junto sus labios con los mios.

-¿Por qué eres tan tierno? -indago tratando de cambiar de tema.

-¿Por qué sigues vistiéndose así? -pregunta ignorando mi pregunta -Recuerdo habértelo prohibido.

-Me gusta, me siento mas cómoda así -explico señalando mi short y mi azulada camiseta.

-Bien, pero solo aquí puedes usar esa ropa -sentencia, asiento y beso cortamente sus labios.

Me separo con lentitud de su rostro y le sonrió.

-Te prepare él desayuno, es pastel tu favorito -musito señalando la mesa, tomamos asiento y tiempo después él supremo sacerdote también lo hace.

• Número de palabras: 415 •