POV CRISTIAN
Desde que hable con Ana, del punto de vista de sexo, no le ha visto más. Tomo un camino diferente al mío y no había vuelto. En la noche, simplemente cocino y luego se acostó. Me sentí tan inútil cuando paso lo que paso. Al principio lo dije como una broma pero luego, mi instinto dejo salir mi necesidad y deje la grande.
No era mi intención hacerla sentir mal pero no soy santo y tampoco de soy de palo. Es una mujer hermosa, que muchos hombres se deben de haber fijado en ella. Es cierto, que hay hombres que solo buscan a las mujeres por una cosa y cuando lo obtienen, no la buscan más. Soy uno de ellos. Pero no es culpa de nosotros que las mujeres sean fáciles, en ese sentido.
Tengo todas las divisiones terminadas pero no sé cómo decirle a Ana. Ella está realmente enojada conmigo y odio que las mujeres estén enojadas conmigo porque no sé cómo reaccionar, ni mucho menos que decir. Se colocan tan emocionales que cualquier palabra puede ser tomada en doble sentido, pudiendo provocar la tercera guerra mundial.
Camino hasta la playa y otra vez está sentada en la arena, mirando el mar. La observo detenidamente y me doy una cachetada mental por mi falta de tacto. Ella es un ser tan pequeño, que con el simple hecho de mirarla quiero meterla en mis brazos y protegerla. Me he dado cuenta que últimamente no está sonriendo muy a menudo y yo tampoco he ayudado a que lo haga.
Como no quiero molestarla más de lo que lo he hecho en estos días, decido sentarme a varios metros de distancia. No sé qué hacer cuando ocurren estas situaciones.
No sé qué es lo que mira en el mar o que es lo que busca. Pero, al parecer, el mar es el único quien le da conduelo. Teníamos la intención de avanzar lo más rápido en la construcción de nuestro refugio pero por mi falta de filtro, no sé si ella me querrá de nuevo mantenerme cerca. Es frustrante cuando las mujeres se dejan llevar.
Al mirarla por tanto tiempo, me doy cuenta que su piel está un poco quemada. Ya no es ese blanco que tenía cuando llego, sino que es un color más oscuro, no tanto como los que tienen las mujeres que van a algún centro de belleza, sino es un sutil tono café. Le queda perfecto. Mierda. ¡Hasta con un poco de quemado se ve bien!
Tomo una respiración profunda y me levanto. No saco nada con quedarme sentado a unos cuantos metros de ella. Es hora de hablar y de pedir perdón por la estupidez que dije. Bueno, no es una estupidez, es la verdad. Quiero tener sexo más que nada en este mundo. Por lo menos, tenía relaciones todos los días o día por medio. Y llevo casi tres semanas sin nada. Además la mujer que está a mi lado, no ayuda a que esa sensación o necesidad se vaya.
Me siento a su lado y espero pacientemente a que ella haga o diga algo pero no lo hace. Simplemente sigue mirando el paisaje. Esta mujer es frustrante.
-¿No me vas a hablar de nuevo?- digo. La miro de reojo y veo que suspira pesadamente.
-no es eso. Es simplemente que no quiero hablar contigo. No sé con qué cosas me vas a salir y ya no quiero seguir estando a la defensiva. No te das cuenta pero, eres una persona que tiene la lengua muy afilada. Te dije que mi pasado no ha sido bueno y constantemente lo sacas a la luz. Yo no quiero seguir pensando en eso y a ti te da con revivirlo. ¿De verdad me preguntas si quiero que sigamos hablando?- dice. Acomoda sus brazos sobre las rodillas y esconde su cara en el agujero que queda.
-tengo problemas para convivir con la gente. Siempre he estado solo y me gusta mi soledad pero, aquí, en este lugar donde no hay nada más que vegetación y vistas paradisiacas, la soledad no está en meta. Si estuviera solo, hace mucho tiempo que hubiera construido algo y salir de la mar pero, estás tú. Pensé que nos llevaríamos bien pero, también tienes una lengua afilada y no sé cómo llevar una relación con alguien- digo.
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60 días: Cristian y Anastasia
FanfictionVacaciones, una palabra que no existe en el diccionario de dos personas. El, el dueño de una de las riquezas más grandes de Estados Unidos, un genio y con gran intelecto pero solitario. No ha existido mujer que pueda cautivar su corazón y ya perdió...