POV CRISTIAN
-me encanta que estemos así- digo y Ana me observa. Solo llevamos la ropa interior y estamos tumbados en mi hamaca debajo de una palmera. El día esta cálido y el vaivén de la hamaca hace que nos esté comenzando a dar sueño.
-en la cuidad, ¿Nunca te relajabas?- dice Ana. Ella está acostada en mi pecho y su cabeza descansa en mi hombro.
-en realidad, nunca he descansado. Si vine a este viaje, fue simplemente porque mi hermano fue todos los días a insistir en mi despacho- sonrió pensando en eso. Ya sabía que venía pero, jamás le negué la entrada. Supongo que mi subconsciente también quería descanso.
-¿Te arrepientes de esa decisión?- me pregunta y me sorprende. No había pensado en eso. Viendo lo bueno y lo malo, supongo que salió bien.
-no. La verdad es que no. Supongo que si no hubiera venido seguiría metido en mi despacho, trabajando en algún nuevo proyecto que me dejara miles de dólares y poco tiempo para mi familia. Creo que esto me ha servido para darme cuenta que el trabajo no lo es todo- digo y es la verdad. He estado más de un mes fuera de mi despacho y no lo extraño.
-supongo que habías alguna cosa para escapar del estrés del trabajo- deja descansar una de sus manos en mi abdomen.
-hacia ciertas cosas. Generalmente salía algún fin de semana a navegar, recorrer alguna montaña o ir a mi cabaña en Aspen, creo que buscaba huir de todo. Mi familia lo entendía y me daba mi espacio pero, mi madre era quien me llamaba constantemente para saber cómo estaba. Ya te dije que ella es mi confidente y la única persona que conocía todo mi pasado. Supongo que al ser más cercano a mi madre, paso eso- digo y Ana sonríe.
-¿Cómo fuiste de pequeño?- me pregunta y frunzo el ceño.
-estas muy preguntona. Bueno, la verdad es que siempre he sido muy cercana a mi madre. Creo que me daba un poco de miedo hablar con mi padre. No era mal padre, era estricto y a veces frio. Cuando tenía algún problema buscaba a mi madre en vez de buscar a mi padre. Era callado y un poco distante pero con mi madre, era un amor. Me gustaba verla sonreír y que me devolviera la misma sonrisa. Supongo que soy un niño de mamá- digo y suspiro al recordar a mi madre.
-a veces los niños tienen más conexión con la mamá que con el papá. Siempre lo veo en la escuela. Hay veces que los padres vienen a dejar a sus hijas y están casi babeando con se despiden con un beso en la mejilla de su bebé. También están las madres que les pasa lo mismo con sus hijos varones. No puedo decir que todos sean iguales pero, a la gran mayoría les pasa. No es que no los quieran o quieran uno más que a otro pero, hay ciertas cosas que unen más a los sexos apuestos- dice Ana y me rio.
-no podría tomar tan a pecho es afirmación pero, mi hermano es más unido con mi padre y supongo que mi hermana adora a mi padre. Es complicado pero en mi familia, se ven los dos casos- digo y Ana se ríe.
-no dije que siempre, dije por lo general- dice y su mano va bajando hasta quedar en mi cadera. Si ella sigue bajando, vamos a terminar haciendo en amor. Con un simple movimiento, sus tetas, quedaran al descubierto y su sexo también.
-¿Cómo eras de pequeña?- pregunto y ella frunce el ceño.
-lo que me cuenta mi padre, siempre fui curiosa y me gustaba que las cosas pasaran por mi manos. Era como de estas niñas que todo lo tenía que tocar. Mi padre me decía que le costó mucho que no me metiera en problemas por eso- dice y se sonroja cunado beso su nariz.
-¿Y tu madre nunca estaba contigo?- ella suspira.
-los pocos recuerdos que tengo de mi infancia, estaba pero, las que me educaban y me cuidaban eran las niñera y cuando no había dinero para seguir pagándoles, fue mi padre quien me cuidaba y me protegía y a la vez me enseñaba. Ella era como un accesorio en la sala. Nos observaba pero jamás, participo de algo- dice y besa mi hombro. Se vuelve acomodar y mete una de sus piernas entre las mías.
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60 días: Cristian y Anastasia
FanfictionVacaciones, una palabra que no existe en el diccionario de dos personas. El, el dueño de una de las riquezas más grandes de Estados Unidos, un genio y con gran intelecto pero solitario. No ha existido mujer que pueda cautivar su corazón y ya perdió...