POV ANASTASIA
Llegamos a la cuidad cuando los rayos del sol comienzan a asomarse por las islas. En el barco nos dieron comida de lujo, empezando por carne. Estaba feliz de verla y olerla pero cuando la probé, el estómago se me revolvió y tuve que salir corriendo en busca de un baño cercano.
Eso preocupo a todo el mundo. El chófer del barco habla de enfermedades que se trasmiten por el agua y por los mosquitos, provocando que Cristian palideciera y obligara a que nos llevaran al hospital más cercano. Suspiro pesadamente y un escalofrió recorre mi espalda al pensar que me van a pinchar.
Tanto Taylor como él, hablan de los negocios. No me interesa nada de eso, no comprendo nada de adquisidores y fusiones. Me levanto sin que se den cuenta y llego hasta la barandilla del barco. El aire fresco hace que mi cuerpo se relaje y me permite observar la cuidad. En menos de unos minutos me revisaran y nos dejaran volver a Seattle.
Una vez que entramos en la sala de emergencia, el olor provoca cosas raras en mi estómago. Me llevan a una sala donde me sacan una muestra de sangre y me colocan un poco de suero a la vena. Supuestamente ellos estaba levemente deshidratada y eso me ayudara. Me dio risa cuando Cristian entro enojado porque me estaban revisando pero retrocedió cuando vio la jeringa. No es al único que no le gustan esas cosas.
-¿Estás bien? He notado que has estado un poco pálida- dice Cristian sentándose a mi lado. No me ha dejado sola y niego con la cabeza.
-estoy bien. Es solo que no me gustan las jeringas. He tenido malas experiencias que me han llevado a tenerle un poco de miedo. Tengo mala acceso venoso y eso provoca que me dejen como un colador- digo y en besa mi mano que no tiene mariposa.
-me preocupe un poco al ver que te hacían exámenes. Ya me dieron el alta y me encontraron en buenas condiciones. Gracias a tus cuidados y tu buenas ganas de cocinarme. Se nota que sabes del tema y que tu padre fue muy gentil en regalarnos ese libro. Aunque no me gusta verte tan pálida. ¿Estas segura que estas bien?- me pregunta y besa mi mano.
-si. Es solo que ando con el estómago revuelto. En la isla no había estos olores tan fuertes. Supongo que tampoco había tanto ruido como aquí y eso hace que tenga dolor de cabeza. Supongo que el silencio que tenía en ese lugar, no lo vamos a poder encontrar en la cuidad- digo y el asiente.
-está bien. Necesito aclarar ciertos puntos contigo y hay que hacerlo ahora, antes de que lleguemos a la cuidad de Seattle- me pregunta y frunzo el ceño.
-¿Qué seria? Me estas poniendo nerviosa y no me gusta. Ya suficiente tengo con las molestias de mi estómago y con el dolor de cabeza- digo y me gano de lado en la camilla.
-quiero saber, si te vas a venir a vivir conmigo. No quiero alejarme de ti por mucho tiempo y hemos estado durmiendo juntos, todas las noches desde hace más de tres semanas. Nos acostumbramos a estar juntos. No puedes decirme ahora que vas a volver a tu casa y dejarme solo. No sabría qué hacer con una cama tan grande y tan fría- dice y lo miro fijamente.
-Cristian, sabes que tengo que arreglar muchas cosas antes de tomar una decisión como esa. Y no quiero depender de tu riqueza como lo haría cualquier mujer que termina con un millonario como tú- digo y el suspira.
-Ana, me da lo mismo si quiere mi dinero. Me salvaste la vida en esa isla. Yo quiero lo mejor para ti y quiero que este conmigo. Sé que vives muy lejos de mi departamento y en un lugar que es bastante peligroso pero, te dije que te ayudaría con lo que podía. Pero, no te alejes de mí- dice y suspiro. ¿Por qué tiene que decir cosas tan lindas cuando estamos decidiendo algo importante? Diosito, mándame una señal para saber si me debo quedar con él o no.
-yo...- no logro terminar mi frase, ya que la cortina del lugar se abre. Entra el doctor que me examino cuando llegamos.
-señorita Steele, sus exámenes están dentro de los parámetros normales. Solo uno de ellos nos llamó la atención y pedimos que se lo hicieran de nuevo con parte de la muestra que quedó. El resultado del examen BHCG, nos muestra que usted está embarazada, tiene aproximadamente 3 semanas de embarazo. Para tener mayor seguridad, queremos hacerle una ecografía y así descartemos alguna problema en el bebé y en el saco de la madre- dice el médico y suspiro. Bueno, pedí una señal para decirme y parece que todo me lleva a estar con Cristian.
ESTÁS LEYENDO
60 días: Cristian y Anastasia
FanfictionVacaciones, una palabra que no existe en el diccionario de dos personas. El, el dueño de una de las riquezas más grandes de Estados Unidos, un genio y con gran intelecto pero solitario. No ha existido mujer que pueda cautivar su corazón y ya perdió...