POV CRISTIAN
Estoy nervioso. No tengo ni idea de cómo va a reaccionar Ana cuando le diga algo de mi pasado. No estoy seguro de contarlo todo pero, quiero que confía más en mí. Ella se ha abierto conmigo y me ha contado casi todo porque siento que aún falta algo.
Sé que tiene que ver con su madre. Todo lo que ha pasado, que la ha marcado, tiene que ver con su madre. No entiendo como alguien puede abandonar a su propia hija por un hombre. Es una mujer maravillosa y tuvo que pasar por esa maldita experiencia sin el apoyo de alguien tan importante como su madre. Con ella podría haber hablado, contarle a alguien más que un terapeuta pero no estaba.
Un olor de algo asándose, hace que el apetito se abra. Me acerco a donde se encuentra Ana y mi boca se hace agua cuando veo que está haciendo pescado asado. Cuando lo quise intentar hace unos días, hice una humareda y no pude asar el pesado, salvo quemarlo.
Ana se burló toda la tarde y al final me termine riendo con ella. Aunque me rio rabia, pude construir una cabaña pero no asar un simple pescado. La cocina es algo impensado para mí, es simplemente imposible.
-es injusto. Tú puedes asar un pescado y solo puedo quemar. ¿Por qué la vida es injusta conmigo?- digo haciendo un puchero. Ella se ríe y me entrega una porción de pescado.
-no es injusto. Es solo que no sabes cocinar. Podría enseñarte pero, creo que te darás por vencido y perderemos alimento vital. Además con lo mal pulgas que te pones, no me gustaría tener que lidiar con tu mal genio por algo que puedo resolver yo- dice y asiento de mala gana.
-has estado todo el día afuera y sé que es porque no quieres hablar de tu pasado pero, me lo prometiste. Sé que tienes miedo porque lo que me vas a decir no lo sabe nadie, salvo tu madre pero, deja ese temor a un lado. Y habla. No dejes que tu pasado te marque- dice. Guarda el resto del pescado en una de las ollas y le entrega un pedazo de mango al pájaro. Aun no tiene nombre pero me gustaría que le buscara. Así dejaría de decirle algo tan impersonal como la palabra pájaro.
-ya lo sé. Te prometí que te contaría mi pasado y eso es lo que haré. Pero quiero que lo hagamos cuando este oscureciendo y tú estés en mis brazos, desnuda- digo. Ella se sonroja y luego achina la mirada.
-nada de sexo. Tienes ciertas habilidades que impiden que mi mente funcione bien durante y después del sexo. Si quieres podemos estar desnudos pero, nada de penetración, lamidas, mordidas. Solo podemos darnos algunos besos y otros agarrones- dice y me da risa.
-¿Agarrones? Me estás diciendo que puedo agarrarte cualquier parte del cuerpo. Interesante propuesta. ¿Te estás dando cuenta que estas dejando que mi imaginación vuele y pueda hacer contigo lo que quiera?- ella trago y asiente. No es mala idea. A veces no se necesita de penetración para hacer llegar a una mujer a su orgasmo.
-se lo que dije. Te queda un rato aun para que oscurezca. ¿Qué quieres hacer para matar el tiempo? Creo que debemos hacer algo para que la espera no se tan aburrida- dice. Suspiro. No hay mucho que hacer en estos días. La cabaña está terminada. Las hamacas están puestas en varios árboles. No sé en qué más podríamos perder el tiempo.
-no tengo ni idea. ¿Qué más podemos hacer cuando tenemos todo lo que necesitamos? Tenemos un techo donde nos protegemos de la noche, tenemos comida, aunque sea poca, nunca nos ha faltado, hay agua. ¿Qué más necesitamos?- digo y ella muerde su labio inferior. También está pensando que nos hace falta.
-tienes razón. No sé qué más nos puede faltar. Tenemos las necesidades básicas cubiertas. Además, creo que es mejor comer primero para luego hablar tranquilamente. Creo que estas muy nervioso o ansioso. Debería darte espacio para que te tranquilices- dice y no quiero.
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60 días: Cristian y Anastasia
FanfictionVacaciones, una palabra que no existe en el diccionario de dos personas. El, el dueño de una de las riquezas más grandes de Estados Unidos, un genio y con gran intelecto pero solitario. No ha existido mujer que pueda cautivar su corazón y ya perdió...