60 días: Cristian y Anastasia

Día 55

POV CRISTIAN

-¿Crees que podemos hacer algo más? Estoy lleno pero, me gustaría celebrar con mi mujer la boda que acabamos de celebrar. Será un pecado no ser un buen amante y dejarte con las ganas. Además cuando no puedo descargar me pongo de malas- digo y Ana se ríe.

-¿Cómo puedes decir eso? Has estado celebrando el matrimonio como cualquier persona sedienta en el desierto. ¿Cuantas veces lo hemos hecho?- me pregunta y se sonroja.

-después de la cuarta vez, perdí la cuenta. No me sorprendería que después de esta noche termine embarazada- digo y ella se atraganta.

-sabes que hemos estado corriendo muchos riesgos con eso. Hace casi 3 semanas que soy fértil y estoy en condiciones para ser madre y, hablando con claridad, no tienes gorritos que ponerte, así que toda tu carga semental está quedando dentro de mí- dice y me da risa.

-¿Carga semental? ¿De verdad trabajas en una escuela?- digo y ella frunce el ceño.

-Cristian, hay veces que los niños se intimidan cuando quieren hablar de algo que tiene relación con el sexo. Son pocos los niños que llamas a las partes por sus nombres. Creo que es culpa de los padres. Ellos jamás ocupan las palabras correctas cuando necesitan explicar algo- dice y frunzo el ceño.

-¿A qué te refieres? ¿Ellos no dicen pene, vagina o teta?- digo y frunzo el ceño.

-les cuesta. Generalmente los padres le dice que tiene que cuidar su manguerita, su margarita o que se yo. Tenemos varios en la escuela que han pasado por situaciones muy complicadas. Ellos intentan decir las cosas pero, muchos términos que ocupan los padres, nosotros no lo entendemos. La policía y las mismas asistentes no podían entender y ellos no hablaban- dice y me doy cuenta que su cuerpo ha cambiado. Está tenso y su rostro esta triste. Aunque no me gusta preguntar, tengo ganas de saber que es lo han pasado.

-¿Me puedes decir que es lo que han vivido?- pregunto y ella suspira.

-cuando te dije que la escuela trataba con lo peor de la cuidad, no era muy exagerado. La escuela en que la trabajo, recibe todo lo que las demás no quieren recibir. Llámalo discriminación o selección como lo querían llamar, pero esos niños no son deseados para el gobierno y no tienen donde dejarlos- dice Ana. Si antes estaba acostada a mi lado, ahora está sentada a un costado de mi cuerpo desnudo.

-Ana, ¿Qué es lo que ha pasado con ellos?- pregunto.

-son niños que su misma familia ha dañado. Niños abusados física y psicológicamente por algún familiar. Hemos recibido tantos niños que son como animalitos, que mi corazón hace todo lo que puede para ayudarlos- dice y suspira.

-¿Qué le han hecho?- digo. Me doy cuenta que este tema le está molestando y doliendo al mismo tiempo. ¿Qué es lo que llega a esa escuela? ¿Por qué el gobierno no se está haciendo cargo de estos casos? Sé que mi madre tiene una fundación para los niños abusados y ella ayuda a muchas escuelas.

-de todo. Hemos tenido niños que son violados por sus propios padres. Otros, que la nueva pareja de su padre o madre, los golpean. Muchas veces cualquier cosas que hacen, reciben de merecido un golpe. Ellos se aíslan y no hablan. ¿Cómo lo ayudamos sino confía en la gente?- dice Ana y me mira con los ojos cristalizados.

-bebé, no puedes hacer más de lo que estas haciendo y me parece impresionante lo que haces- digo y ella me sonríe.

-Cristian, sé que esto debería habértelo dicho antes pero, como las cosas están tomando un rumbo completamente distinto. Quiero que sepas, que por mucho que te amé, no dejare a mis niños- dice y frunzo el ceño.

-¿Qué estas queriendo decir?-

-Cristian, ellos no tienen nada, salvo un pasado de dolor y lágrimas. Mi carrera surgió para eso. Quería darles a los niños, lo que mi propia madre no fue capaz de hacer. Estoy hablando que niños de tan solo 5 años, no conocen otra forma de recibir cariño que a través de los golpes- se da vuelta y coloca su mano en mi mejilla. La acaricia suavemente –si tu vieras lo que he tenido que ver, entendería que las cosas sencillas son las más importantes. Tú lo tienes todo. Tienes a unos padres maravillosos, unos hermanos que están contigo aunque no lo quieras. Tienes abuelos con los que puedes hablar y tienes un angelito que te cuida desde del cielo. Ellos no tienen a nadie porque, cuando salen a la luz lo que han hecho sus padres con ellos, el gobierno se hace cargo porque no hay ningún familiar que se quiera hacer cargo. Ellos pasan a ser un problema y créeme que se sienten de esa manera- dice limpiándose las lágrimas.