Día 59

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POV GRACE

-Raymond, ¿Estás seguro de lo que me estás diciendo?- pregunto. Hace unos días le conté que Carla se había acercado a mí para que la ayudara con el tema de su hijo. Lo malo es que no hay donantes con sus mismas características. Solo queda anastasia y por lo que pude ver en su expediente, puede ser el único donante.

-si. Aunque no me guste, la única que puede decir que es lo que quiere hacer es mi hija y nadie más. Por más que no me guste que este en contacto con su madre no puedo negarle u obligarla a decidir- dice pero esta completamente enojado.

-¿No te da miedo que tu hija siga trabajando en esa escuela? Es muy hermoso lo que hace pero es muy peligroso. Estar rodeada por narcotraficantes, ladrones y más- pregunto. Cuando Carrick me conto, quede sorprendida pero me alarmo un poco.

-no puedo hacer nada con eso. Ella decidió trabajar en ese lugar y lo está haciendo muy bien. De hecho, antes de que se perdiera en el mar, la escuela recibió un premio por los excelentes resultados que han obtenido esos niños. Están casi igualando a las escuelas que tienen de todo siendo que ellos no tienen nada. Solo la discriminación que es algo habitual en la sociedad- dice y asiento con la cabeza.

-¡Grace! ¡Mi amor! ¿Dónde estás?- grita Carrick desde la entrada de la casa. Es temprano y no esperaba que llegara. Me dijo que tenía mucho trabajo y no sabía a qué hora volvería. Este cambio me toma por sorpresa.

-en la sala- grito. Ray me mira y levanta una ceja.

-alguien está un poco necesitado al parecer. El estrés lo está matando y necesita un poco de desahogo y ¿Quién crees que es la mejor para eso? Pues tu mi querida y tierna Grace- dice y me sonrojo. El esta pensando mal de nosotros. No creo que Carrick venga por eso, ¿O sí?

-amor, los encontraron- dice y me tenso. ¿Encontraron a quién?

-buenas tardes, Carrick. Si necesitas tiempo a solas con tu mujer, me puedo ir enseguida- dice Ray y mis mejillas se tornan rojas.

-¿Qué? No, no es eso. Taylor me acaba de llamar que han encontrado a Cristian y Anastasia en una de las islas más remotas que hay en la localidad- dice y yo grito.

-¡Oh Dios mío! ¡Gracias por escucharme y traerme a mi hijo de vuelta!- digo y las lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas. Esta es la noticia que estaba esperando desde hace semanas. Oh, mi bebé, mi niño, estará de vuelta con nosotros.

-¿Estás seguro? Si es así, tengo que ir al lugar. Necesito ir al aeropuerto a buscar a mi hija. Dos meses es el tiempo suficiente para que mi paciencia no se haya acabado. Ahora quiero a mi hija conmigo y ni se te ocurra decirme que no puedo ir- amenaza Ray a Carrick. Me da risa pero, necesito tener a mi hijo conmigo y Ray tiene razón. Tengo que ir a buscar a mi hijo.

-yo también voy. Es mi hijo el que estaba desaparecido. Así que no me pongas los ojos en blanco, Carrick y llévame con el- digo y el asiente.

-si salimos ahora, llegaremos en unas 10 horas al aeropuerto de Indonesia. Ellos no van a regresar inmediatamente porque necesitan que los revisen pero Taylor me acaba de decir que está bien. Lo ha regañado varias veces y eso significa que el genio no le ha cambiado. Voy a llamar a Thomas para que tenga el auto listo y llamare también a Stephan para que tenga el avión listo para salir- dice Carrick.

-¿Tienen un avión a su disposición?- pregunta Ray.

-es de Cristian. Me dejo a cargo de sus cosas y tengo libre disposición para tomar cualquier adquisición que este a su nombre. Soy el albacea de mi hijo y lo podemos usar. Para buscar al dueño de las pertenencias no veo que hay problemas- dice mi esposo.

60 días: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora