Día 40

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POV ANASTASIA

Me duele todo. Eso es algo que he repetido las últimas horas. Ese hombre sabe cómo asaltar a las mujeres. Desde que le entregue mi virginidad lo ha hecho 4 veces y no doy más. Necesito un descanso.

Decidí salir de cabaña por toda la tarde. Ha estado tocando mi cuerpo como si fuera mi dueño. Me duelen los seños y los pezones. Aunque ha dicho que ha sido delicado, con tanta lamida y chupada, están sensibles. Para mi mala suerte, ahora los sostenes me molestan. Son el roce de la tela, hace que me duela. Es como si lo hubiera hecho a propósito para que no los usara.

Me dio risa cuando Cristian llego con pez gigante para que lo cocinara. Me dijo que estaba muerto de hambre. Últimamente está comiendo como un animal salvaje. Nunca nos ha faltado comida y ahora, básicamente está arrasando con todo. ¿Sera que el sexo les hace a los hombres comer más de la cuenta?

Quiero buscar la forma que confié en mí y me hable de su pasado. No puede seguir cargando con eso en su corazón. Es cierto que me duele que mi madre me haya abandonado pero me dejo con mi padre, el hombre que más he amado en este mundo y que siempre tendrá un lugar muy grande en mi corazón.

Quizás pueda ocupar lo que acabo aprender para llevarlo a la locura y hacer que hable pero no quiero hacerlo de esta manera. Creo que podría usar la psicología que usaba con los niños pero, Cristian no es un niño.

Oh, maldición. Este hombre me confunde y hace que de rabia conmigo misma por no ser útil.

Definitivamente los niños son más fáciles de tratar que los adultos.

-¿En qué piensas? Estas frunciendo el ceño hace mucho rato. Se nota que también tienes pensamientos profundos. Por lo visto no soy el único que tiene esa manía- dice Cristian ganándose a mi lado.

-¿Cómo perdiste tu virginidad?- pregunto de la nada. Él se sorprende por mi pregunta y mis mejillas se tornan rojas. Hay que empezar por algún lado si quiero conocer más a este hombre.

-vaya, me has tomado desprevenido. Bueno, eso ocurrió cuando tenía 15 años- dice y me mira.

-¿Qué más? no creo que hayas perdido la virginidad con el aire- digo y él se ríe.

-no, con el aire no. Fue con una compañera de la escuela. Ella tenía 14 años e iba un curso más abajo que yo. Siempre me había llamado la atención. Era un poco más baja que yo, rubia y de ojos castaños claros. Tenía unos labios finos de color rosado pálido y un cuerpo proporcionado. Ella siempre que me veía, sus mejillas se tornaban rojas y se me llamaba la atención. Son pocas las mujeres que tienen esa cualidad. Comencé a hablar con ella por varios meses hasta que el final terminamos teniendo sexo en el baño de su habitación- dice orgulloso.

-¿En su casa? ¿Su padre no te asesino?- pregunto y él se ríe.

-no. Acaba de tener la charla con mi padre y me había dejado en la billetera un par de condones. Estábamos estudiando y hacía un calor horrible. Nunca entendí como una casa tan pequeña podía hacer tanto calor con una calefacción tan pobre. Pero, la cosa es que terminamos desnudos en la ducha de su habitación. Ella completamente desnuda y yo desnudo con un condón sobre mi pene- dice y se sonroja.

-aun no creo que el padre de la niña, no te haya hecho nada- digo. Él se ríe y me mira.

-ella había perdido su virginidad a los trece con alguien que no vale la pena contar. Digamos que fue una forma de resarcir los errores y disfrutar. Es cierto que fue algo rápido pero digamos que no sabía casi nada de eso. Al final, cuando salí de la escuela, ella fue ingresada para ayudarla- frunzo el ceño.

-¿Qué fue lo que ocurrió?-

-bueno, esto lo supe mucho después de nuestro encuentro. Ella fue violada por este primer hombre en su vida y no fue muy grato. Así que ella comenzó a tener relaciones cada vez más seguidas. Fue como un método para borrar esas imágenes de su memoria pero lo malo, es que cada vez quería más. Lo último que supe es que ella termino siendo ninfómana y sin sexo no podía estar feliz. Mi familia ha estado en contacto con su familia pero las cosas no han salido muy bien- dice y suspira.

60 días: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora