Capitulo 15 - Nuestra Luna

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-Narra Víctor-

Estoy tentado a tocar y tratar de convencerla de que hablemos, de que me perdone... pero no, sé que eso la pondrá peor y no quiero. Decido salir a caminar y yo también despejarme un poco, pensar y tratar de encontrar una solución a todo esto.

Camino por la playa descalzo, y a solas pienso en todo lo que hemos vivido en este tiempo que estamos juntos. Me siento en la orilla y escuchando el ruido del mar pienso en ella... en todo lo que he vivido antes de ella, en mi matrimonio con Nora... Algo que hice por ella, porque a ella le hacia ilusión y porque quise hacerla feliz pero no porque yo así lo quisiera, porque a mí no me gusta el compromiso, odio los compromisos y a Dulce... eso es lo que ella quiere, seguridad, estabilidad...

Y yo sé que eso es lo que ella se merece, alguien que la haga sentir segura, querida... y sobre todo que tenga estabilidad, alguien con quien sea feliz y no una persona como yo que tiene miedo de todo esto y sí... tengo miedo de no ser lo suficiente para ella, de que algún día quiera más y yo por miedo no pueda dárselo y que me deje... que se vaya, miedo de perderla porque eso no lo soportaría. Ahora sé y tengo más claro que nunca que estoy enamorado de Dulce como nunca antes lo había estado de nadie y lo que siento por ella es tan fuerte y tan intenso que me aterra...por eso hoy necesito hacer algo, necesito que me perdone, luchar por ella y seguir adelante y defender lo que sentimos, tratar de ser lo mejor para ella porque eso quiero, eso deseo... porque tengo claro que quiero estar con ella y haré lo que sea por conseguirlo.

Sigo caminando y pensando la manera de conseguir su perdón...en un momento tengo una idea, una pequeña idea que espero que de verdad funcione, en esa idea trataré de demostrarle todo lo que siento por ella y lo importante que es para mí.

Una vez tengo todo listo regreso a la cabaña, miro el reloj y me doy cuenta que ya casi es medianoche pero no me importa, la verdad es que eso es lo que quería. Repaso una y otra vez lo que quiero decirle aunque sé que en ese momento, si es que logro que me escuche, le diré todo tal y como me salga y no como lo he pensado.

Tomo aire cuando estoy frente a su puerta y toco despacio.

Víctor: Dul... Dulce soy yo por favor ábreme necesito que hablemos.

No oigo nada del otro lado y eso me parece muy extraño, trato de abrir y para mi sorpresa puedo hacerlo. Despacio y con cuidado entro y entonces la veo echa un ovillo en la cama, me acerco despacio y puedo darme cuenta que está profundamente dormida pero cuando me acerco un poco más se me hace un nudo en la garganta al ver sus hermosos ojos hinchados, seguro porque se la ha pasado llorando. Me siento a su lado y siento que se remueve, con cuidado la acaricio para que se despierte porque estoy seguro que sigue enojada no, lo que le sigue.

Víctor: Dulce... pitufina despierta...

Sigo acariciando su rostro hasta que por fin abre los ojos con dificultad, nada más darse cuenta de que soy yo me retira la mano de un manotazo y se incorpora dándome un empujón.

Dulce: ¿Qué haces? ¡Lárgate de aquí!

Víctor: Dul necesito hablar contigo.

Dulce: pues yo no necesito ni quiero hablar contigo.

Víctor: sigues enojada.

Me mira arqueando una ceja y antes de que suelte una de sus ironías levanto las manos en señal de paz.

Víctor: okey ya sé que sí.

Dulce: okey entonces vete de aquí y déjame sola.

Se pone de rodillas sobre la cama para levantarme a empujones y aunque parezca que no, tiene una fuerza increíble la condenada.

Quiero AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora